Una jabalina con rayones enseña modales a una joven hembra a la hora de la comida
Una familia de jabalíes acude cada tarde a alimentarse de la comida que el Guarda Rural Juan Carlos Rubio le ofrece a Nico ‘el jabalí’ y a Lola, la cochina que salvó el almeriense del interior de una balsa de riego en mayo. A la jabalina parece no agradarle la compañía de la hembra en el comedero,de ahí que no duda en expulsarla del lugar en el que está el grano.
El guarda se lamenta de la sequía que padece el campo almeriense. Según el también cetrero, este año no han criado las perdices ante la escasez de agua y las camadas de cochinos cuentan con pocos rayones. Esto ha obligado a Juan Carlos a redoblar esfuerzos para ayudar a los animales del monte.
La jabalina y los rayones acuden al comedero cada vez que oyen la campanilla del jabalí Nico
Hace varias semanas que Juan Carlos grabó con unas de las cámaras de foto trampeo que tiene distribuidas por el acotado para prevenir el furtivismo y gestionar las poblaciones de monteses y cochinos, una jabalina y tres crías acudiendo al punto de alimento que frecuentan Nico y Lola. Hasta hace escasas fechas, el profesional no había podido ver con sus propios ojos a la hembra y los rayones.
Según el cazador, la hembra y los rayones han asociado el sonido de la campanilla que lleva el macho con el momento en el que reparte la comida. Podemos ver a la piara corriendo hacia el alimento nada más ser distribuido por el almeriense.
La jabalina ataca a Lola cuando trata de alimentarte junto a la piara
Lo que no esperaba el guarda era la belicosa actitud de la cochina al encontrarse con Lola. La jabalina no duda en arremeter en varias ocasiones contra la hembra que salvó Juan Carlos con el objetivo de evitar que se alimente cerca de su prole.
A la joven cochina no le queda más remedio que buscar refugio junto al guarda rural para huir de la airada madre.
Javier Fernández
