viernes 17 de mayo de 2024
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El abejero europeo, nuestro aliado para combatir a la avispa asiática: así devora una colmena de velutinas

Existen pocos depredadores naturales de la avispa asiática. Al tratarse de una especie invasora, solo unos pocos animales las toman como presas y alimento. Es el caso del abejero europeo. No te pierdas cómo devora las avispas en su propio nido.


La avispa asiática se ha convertido en un verdadero problema en cada vez más territorios de nuestro país. Empezó su particular invasión en 2010, cinco años después de haber llegado a Francia a través, supuestamente, de un contenedor de mercancías llegado de Asia. Lo hizo a través de Navarra y el País Vasco. A partir de ese momento, su expansión ha resultado imparable y cada año las descubrimos en nuevos entornos más al sur de la Península Ibérica.

¿Por qué el norte? Estamos ante una especie que aguanta perfectamente las temperaturas más frías, habiendo sido constatado que pueden sobrevivir a -25 grados centígrados. Pero la latitud no parece representar problema para estas avispas, que ha llegado ya a Extremadura, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha e incluso Andalucía, descubierta en Jaén en agosto de este año 2023. Su expansión se ha calculado a razón de 100 kilómetros al año hacia el sur.

Distribución de Vespa velutina en España (2014). Fuente: MITECO

Febrero: mes del despertar de las reinas

La primavera es la época del año más adecuada para realizar controles sobre estas avispas invasoras. A finales de febrero o principios de marzo es cuando la reina, única hembra reproductora de la futura colonia, despierta de su letargo o hibernación. Cada una de estas reinas atrapada en una trampa supone un nido menos, es decir, miles de avispas que no nacerán.

Cuando la reina construye su nido primario, más pequeño que los definitivos, realiza la primera puesta, de la que nacen las obreras, unas veinte, que se encargan de terminar, ampliando, ese nido o construyendo otro mayor en un árbol cercano. También saldrán múltiples veces a diario para buscar alimento para llevarlo y alimentar a toda la colonia. A finales de mayo nacen nuevas obreras y los machos, pueden ser miles, y no será hasta finales de verano cuando nacen las nuevas reinas, que son fecundadas por aquellos, convirtiéndose en futuras reinas fundadoras de nuevas colonias. Con la llegada del frío buscarán lugares tranquilos y aislados del frío donde hibernar.

Nido de avispas asiáticas invasoras.

Una amenaza para los apicultores

Además de los posibles ataques a personas y animales domésticos, la principal preocupación que generan las avispas asiáticas es el daño que ocasionan a las abejas. Una sola velutina puede cazar hasta 25 abejas cada día. Esto supone la destrucción de colmenas enteras en un solo día.

Insaciables devoradoras de fruta

Pero no solo representan un problema para las abejas. Su hambre voraz las lleva a agujerear la fruta y, en el caso de las más grandes, entrar dentro a comerlas. También acaban con las uvas, siendo las ciruelas, las peras y las manzanas algunas de sus preferencias.

De aquí deriva otra amenaza que llevan estas avispas: el ataque a animales domésticos que van a alimentarse de estas frutas caídas al suelo o que se aproximan demasiado al nido.

¿Cuántas velutinas puede haber en cada nido?

Sus nidos son muy grandes porque albergan grandes cantidades de estas avispas. Se ha llegado a la conclusión de que en una de estas construcciones naturales, levantadas generalmente en las ramas de los árboles, en aleros de tejados e incluso en arbustos o en el suelo, a resguardo, de un tamaño de alrededor de un metro de longitud pueden vivir hasta 12.000 avispas.

Un guarda rural localiza un nido de abejero europeo, algo inaudito en el Parque Natural de Doñana

¿Cuántas veces puede picar una velutina?

Muchas. No sucede como en el caso de las abejas, que se desprenden del aguijón cuando pican. Las velutinas, como avispas que son, pueden picar en repetidas ocasiones, lo que multiplica los daños que ocasiona: dolor agudo e hinchazón, que deriva en escozor similar al de una picadura. Tratándolo con frío, estos síntomas se reducen en intensidad. El peligro llega cuando las picaduras las reciben personas alérgicas o nos topamos con un nido y el enjambre sale a defenderlo. La consecuencia puede ser un choque anafiláxico, con dificultades para respirar, tos, silbidos en el pecho, urticaria generalizada, inflamación en mucosas, ojos, boca, mareo e incluso pérdida de consciencia. En las peores circunstancias, se produce afectación cardiovascular y causar la muerte.

¿Puede matar la picadura de la velutina?

Como acabamos de explicar, sí, y más de lo que pensamos. De hecho, en 2019 hubo tres muertes registradas por picadura de estas avispas. Dos de ellas en Galicia y otra en Asturias, además de otro varón que se precipitó por una pendiente y murió. Estaba huyendo de ellas. En 2020, a pesar de la pandemia y de que salimos menos, la cifra fue de tres personas muertas por picadura de avispa asiática, otra vez dos en Galicia y otra en Asturias, aunque otro hombre murió en Galicia por picaduras de origen desconocido que fueron asociadas a velutina.

Una de las últimas muertes registras fue la de un apicultor que falleció en Ourense a finales del pasado mes de agosto. Sin olvidar que hace dos semanas fue encontrada una mujer inconsciente en Trazo, en la provincia de La Coruña. Había sido picada por estas avispas.

El abejero, una rapaz especialista en devorar abejas y avispas

Similar al ratonero común, el halcón abejero, Pernis apivorus, anida en el norte peninsular y raramente en el centro. El Abejero europeo es estival en la Península Ibérica, no habiéndose observado ninguno en meses invernales. Llega en el mes de marzo en muy pequeño número y mucho más en abril y principios de mayo.

El que vemos en la siguiente grabación ha elegido los bosques de Moraña, en Pontevedra, para ayudar a los vecinos de la zona en su lucha contra las velutinas. Al descubrir el gran nido de avispas asiáticas, se ha posado directamente en él y las va atrapando con su pico para aplastarlas y engullirlas.

 

Estas rapaces suelen posarse en el suelo buscando nidos de avispas y es capaz de avanzar por él corriendo rápidamente como una gallina. Localizado en nido, cava con las patas y se ayuda con el pico para extraerlos, ya sean de avispas o abejorros. Pero, como vemos en las imágenes, también aprovecha los cada vez más comunes y numerosos nidos de velutinas para atacarlos y buscar las larvas que contienen. Pero cuidado con acercarse tras estos ataques, puesto que las avispas, cuando el abejero se sacia y se aleja, se vuelven extremadamente agresivas y peligrosas.

 

Foto portada: Andreas Trepte

 


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