Estos son los efectos de la cerveza en una perdiz roja
Un perdigón bajo los efectos del alcohol hostiga a un perro de caza. El pájaro aprovecha que la hembra de epagneul bretón porta un bozal para asestarle varios picotazos y desafiarla con su canto.
El alcohol no parece ser la única adicción de este pollo, también es cleptómano. Ha desarrollado una especial predilección por lo ajeno. Hace escasas fechas su propietaria compartía con los usuarios de Club de Caza un desternillante vídeo en el que el macho robaba un billete de 50€ del interior de una cartera y se negaba a devolverlo a su legítimo dueño.
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La extraña amistad entre una perdiz roja y un perro de caza
Los protagonistas de esta historia son Mía, una hembra de epagneul bretón, y Romeo, un perdigón pechiblanco nacido esta temporada. Ambos son propiedad de la cazadora almeriense Andrea Navarro. Este fin de semana el pájaro ha tenido la desvergüenza de apropiarse del vaso de cerveza de la cazadora.
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El reclamo está durante el día en libertad, por la noche duerme en su jaula. Lo que no esperaba Andrea era la reacción del pájaro al ingerir la bebida alcohólica. El perdigón se enfrentó a la perra de caza. Menos mal que esta portaba en ese momento un bozal al encontrarse junto a otros canes en la parcela. A Mía no le ha quedado más remedio ante la cómica situación que tumbarse y aguantar el mal día de Romeo.
Javier Fernández