Un cachorro de perro de muestra sorprende en sus primeras sesiones de adiestramiento
Con el cuerpo rollizo, torpón y lento debido a su cortísima edad, este cachorro de pachón navarro demuestra que el olfato y la muestra son cualidades innatas en los ejemplares de la raza.
Las aptitudes naturales en los perros de muestra suponen esas cualidades requeridas para la actividad cinegética. Para comprobar que el cachorro o perro joven cuenta con estas aptitudes, se acude a la Prueba de Aptitud Natural (PAN) que, además de testar estas cualidades, también se encamina a verificar la transmisión genética. Este tipo de prueba admite ejemplares de entre 6 y 24 meses. Para que un perro se considere Apto, debe mostrar iniciativa en la búsqueda y pasión por la caza, valorando el uso de la nariz para encontrar y mostrar. No se tienen en cuenta faltas de adiestramiento ni atropellos a las piezas o haberlas dejado atrás.
Pasión por la caza
En cuanto a la pasión por la caza y muy relacionado con esto del adiestramiento, el hecho de intentar coger la pieza de pluma a la carrera mientras esta esté en vuelo o perseguir el pelo se valora como pasión por la caza.
Para que un perro pueda recibir una evaluación buena o mejor (mayor o igual a 5) en el apartado Muestra, debe hacer al menos una muestra clara a una pieza de caza oculta en su turno. Los perros que muestren temor de la caza que encuentren o temor al disparo son calificados con nota mínima (1), con lo que quedan con calificación final No Apto.
Ahora vamos a ver cómo trabaja este jovencísimo cachorro y podremos aventurar si el pachón navarro conseguiría el Apto o no.