Una espera de tres años para abatir este monstruoso corzo en un coto social
Este es el tiempo que ha tenido que aguardar un cazador valenciano para acceder a un precinto de corzo en la sociedad a la que pertenece. El recechista tenía localizado el macho desde hacía tres años.
Club de Caza entrevista a Héctor, el cazador levantino que ha conseguido abatir uno de los corzos más impresionantes de la actual temporada corcera. El joven cazador comparte parte de sus experiencias en la caza en su perfil de Instagram y nos cuenta que abatió su primer corzo a la edad de 21 años. Pero hoy hablamos con él centrándonos en un impresionante ejemplar que acaba de conseguir. Un animal dotado de unas cuernas largas, leñosas y de un grosor fuera de lo común. Sin duda, un corzo singular.
Uno de los trofeos de ciervo abatidos por el cazador. A la derecha, imagen retrospectiva del cazador con solo 8 años junto a su padre en una batida de jabalí.
El corzo 'tenía el nombre del cazador'
Héctor vio por primera vez al macho en el año 2023, pero no pudo abatirlo en esa ocasión al no estar en ese momento autorizado para la caza de la especie en el coto social al que pertenece. Ha tenido que esperar hasta esta temporada para acceder a uno de los 8 precintos de corzo de los que dispone el acotado. En esas fechas tenía 8 puntas y, según el valenciano, un mejor trofeo.
Entorno en el que se cazó el macho de corzo.
El pasado año no logró verlo. Esta desveda lo ha buscado en tres ocasiones. En dos de ellas lo localizó. Tuvo que esperar a la tarde del domingo de resurrección para poder abatirlo. Se trata de un ejemplar con una larga y gruesa cuerna, adornada de 7 puntas que nacen de unas enormes rosetas.
El teckel del cazador llega al corzo.
El viejo corzo del pinar
Héctor cuenta a los usuarios de Club de Caza la historia de este descomunal ejemplar.
"Cuantas veces te soñé, cuantas tardes esperé, jamás te olvidaré. Llevaba años soñando cazar el corzo en casa, donde yo nací, donde conozco cada piedra y cada rincón. Donde cazaron mis antepasados, donde mi padre y mi abuelo me contaron tantas historias. Por fin llegó el momento de poder cazar el corzo en mi tierra. Este ha sido el mejor regalo de mi vida. Logré abatirte un día que no fui a buscarte, en el que apareciste tú. Como en la vida misma, cuando nos esperas nada, todo aparece.
Te encontré a las 20:30 horas en las estribaciones del macizo de Peña Golosa. Estabas a 500 metros en unas rocas. En un primer momento pensé que eras una cabra montés por el lugar en el que estabas. Tras observarte con la cámara, me percaté que eras tú.
Rápidamente acorté distancia y me pude colocar a 300 metros. Respiré hondo y apreté suavemente el gatillo de mi rifle Tikka T3X del calibre 7 mm RM. Como estaba a punto de anochecer, pospuse tu búsqueda hasta la mañana siguiente.
En este vídeo podemos ver el momento del lance ante el gran corzo.
Al llegar a casa miré el vídeo 20 veces y comprobé que la bala había alcanzado su objetivo. Nada más amanecer, te hallé a 80 metros del lugar del lance gracias a mi perra Tana. Qué nervios, qué sudores, qué sentimiento cuando llegué hasta ti".
El trofeo del impresionante animal.
