Un cazador abate un jabalí con una cicatriz de más de 20 centímetros en el costado
Los viejos machos como este tienen el cuerpo marcada por las huellas de las peleas con otros navajeros. A tenor de la longitud y el ancho de la cicatriz nos podemos imaginar el tamaño de las defensas del animal que la ha causado.
Según el cazador que ha abatido este jabalí, esta impresionante marca ha sido producida por un navajazo del ejemplar dominante de la zona. El cazador está a la espera de que se ponga a tiro de su rifle.
Un especialista en la caza de jabalíes a la espera
Iván Martínez cuenta en su haber con un jabalí de 150 kilos con uno de los mejores trofeos de la historia de Cataluña. El ejemplar de 25 centímetros de colmillo, tras ser homologado por la Comisión de Cataluña de Trofeos de Caza obtuvo una puntuación de 120,67 puntos. En mayo, pese a que encontró los restos del jabalí en noviembre, abatió otro gran macho de 26,5 y 25,5 centímetros.
Detalle de la boca del jabalí. En el centro, imagen que nos muestra el desgaste de un colmillo del macareno. A la derecha, el trofeo del viejo jabalí junto a la vaina de la bala utlizada para abatirlo.
Los colmillos del jabalí no hacen honor al tamaño del macho
Iván sabía de la existencia de este ejemplar hace varios meses. Lo había visto en varias ocasiones, pero no había querido abatirlo. Tomó la decisión de su abate cuando se percató que comenzó a perder peso a la vez que le vio una marca de grandes dimensiones en el costado. Este hecho le hizo pensar que otro animal de mayor tamaño estaba intentando expulsarlo de la zona.
Una semana más tarde de apreciar la cicatriz decidió abatirlo. Lo derribó de un certero disparo a 50 metros de distancia. El arma utilizada por el cazador un rifle Merkel Helix Speedster del calibre .300 Winchester Magnum. La bala Hornady Superformance SST de 180 grains. Las defensas del cochino miden 12 centímetros. Amoladeras y colmillos muestran el desgaste sufrido por la edad del navajero.
Javier Fernández
