Encuentra los colmillos de 26,5 y 25,5 centímetros de un jabalí cinco meses después de haberlo abatido en una espera
Crónicas de caza

Encuentra los colmillos de 26,5 y 25,5 centímetros de un jabalí cinco meses después de haberlo abatido en una espera

El cazador catalán ha estado buscando desde finales de mayo al cochino que hirió en el transcurso de un aguardo. Ayer por la tarde encontró parte del cráneo del animal gracias a su perro de sangre. Por desgracia, solo halló las navajas del impresionante macho, las amoladeras no se encontraban junto a los restos del jabalí.


Este mismo cazador cazó un jabalí de 25 centímetros de colmillo con uno de los mejores trofeos de la historia de Cataluña. Fue en noviembre del pasado año. Tras ser homologado meses más tarde de su abate por la Comisión de Cataluña de Trofeos de Caza, obtuvo una puntuación de 120,67 puntos. El espectacular ejemplar no solo destacaba por su excepcional trofeo, también lo hacía por su tamaño, ya que alcanzó los 150 kilos de peso.

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Momento en el que el cazador y su sabueso de Baviera encuentran parte del cráneo del jabalí. A la derecha, los colmillos del jabalí son enormes, tanto en longitud como en grosor.

El jabalí el día de su abate embistió al cazador y a su perro cuando lo estaban rastreando

Nuestro colaborador habitual, Iván Martínez, hirió a un jabalí de gran tamaño en una espera por control de daños a la agricultura a finales del pasado mes de mayo. El cazador catalán sabía de la existencia del imponente macho en una zona de cultivos. Tras disparar con su rifle Merkel Helix Speedster del calibre .300 Winchester Magnum al cochino y sin apoyo alguno, fue a tratar de recuperarlo. Estaba seguro de que la bala que había salido del cañón se su arma había impactado en el cuerpo del jabalí.

Otto, un perro de un año y medio de la raza sabueso de Baviera, nada más ponerlo en el lugar del lance, encontró el rastro del cochino. A 150 metros del sitio del disparo el macareno apareció como una exhalación de entre la vegetación y acometió contra el cazador y el can. De una colmillada rasgó el chaleco que vestía el sabueso. Por suerte, los gritos de Iván y el hecho que el can fuese atraillado evitaron la tragedia.

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Medida del ancho de uno de los colmillos.

El cazador ha buscado al jabalí en más de una decena de ocasiones

Ayer por la tarde Iván y Otto fueron por enésima vez a intentar encontrar al cochino que hirió el cazador hace más de cinco meses. La perra en esta ocasión halló el fémur del jabalí en los límites del monte. Según el catalán, "lo habría arrastrado hasta allí algún depredador.

De ahí que decido buscarlo en la espesura siguiendo una vereda hecha por el paso de algún animal. No podía creerlo cuando veo el cráneo del macho. Por desgracia la mandíbula superior había desaparecido. Estaba junto a un caudal de agua a 20 metros de donde me embistió.

El colmillo izquierdo del macho mide 26,5 centímetros de longitud y tiene 2,8 de grosor, mientras que la navaja izquierda tiene 25,5. Lo único que lamento de este lance, es que no he podido aprovechar la carne del jabalí".

 


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