Un águila se lanza contra un zorro para robarle el conejo que ha cazado
La espectacular escena nos muestra a la gran rapaz decidida a atacar al cánido para arrebatarle el fruto de su esfuerzo: un conejo muerto que porta en su boca.
Una oportunidad así convierte a un superdepredador en un ladrón traicionero. El águila calva norteamericana, el emblema del país que aparece en el escudo nacional, es un ave de dos metros de envergadura que se impone fácilmente a un cánido de tamaño medio como estos zorros.
Los especímenes de pigardo cabeciblanco es oportunista, como atestiguan las siguientes imágenes, aunque se alimentan esencialmente de peces, pero no desprecian los conejos, como el que ha cazado el zorro, ardillas, mamíferos de pequeño tamaño, reptiles y aves.
Son ladrones consumados, puesto que en muchas ocasiones se les ha visto vigilar el cazadero de águilas pescadoras hasta que estas consiguen capturar un pez. En ese momento, las persiguen con la finalidad de que escapen y suelten el pez al ser alcanzadas, ya que llevan el peso de su presa encima.
Zorros negros
Aunque los veamos con una tonalidad oscura en su pelaje, se trata de zorros rojos norteamericanos. Una anomalía genética lleva a su manto de pelo a nacer negro plateado. Esta variedad melanística del raposo se reconoce por ese negro brillante en todo su cuerpo excepto en la punta de la cola, que es blanca.
Al menos en este lance, el zorro ha conseguido mantener su presa consigo pagando el precio de ser revolcado por el águila.