Una perdiz roja conquista con su canto a una cazadora
Almería

Una perdiz roja conquista con su canto a una cazadora

Un perdigón nacido a finales de mayo declara su amor a la joven cazadora que lo crio a mano cuando fue abandonado por su madre.


El encelado macho de perdiz roja se ha convertido en el inseparable compañero de la reclamista mientras que esta permanece en su vivienda o va al campo o a la playa. Plomo, que así se llama la joven ave, muestra un celo en pleno mes de agosto que no corresponde a esta época del año. Esto es debido a que considera que la mujer forma parte de su territorio, de ahí su celo en estas fechas.

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La joven cazadora ha establecido un fuerte vínculo con su perdiz. A la derecha, este es Plomo, el joven perdigón, en la mano de la cazadora.

Un macho de perdiz roja canta a una joven reclamista

Plomo es un pollo de perdiz roja nacido en cautividad a finales de mayo. De todos los huevos que eclosionaron de la puesta de la pareja de perdices, es el único perdigón que sobrevivió, de ahí que su propietaria, Andrea Navarro, una cazadora de 23 años decidiera criarlo a mano para intentar salvarle la vida. Los mimos y los cuidados de la almeriense lograron su objetivo y el pollo logró salir adelante. El contacto diario de la cuquillera y su perra mestiza de nombre Diana con el macho ha desarrollado entre ellos un vínculo que los ha convertido en una variopinta pero unida familia.

El ave acompaña a la cazadora y la perra a todas partes, de ahí el grado de confianza y complicidad entre la almeriense y el pollo de patirroja. Plomo permanece en libertad las horas de luz y duerme en su jaula por la noche. A primeros de año cuando se inicie la temporada de la caza de la perdiz con reclamo la pajaritera pondrá a prueba las cualidades de Plomo para la caza. En el caso que no sea un pájaro apto para la actividad cinegética, no será problema alguno, ya que Plomo forma parte de la vida de la cazadora almeriense.

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