Un macho de perdiz roja reclama su territorio sobre los hombros de su dueño
Un macho de perdiz roja nos dedica su canto mientras está posado sobre los hombros de su propietario. Su nombre es Motillita, un pollo de este año. Llegó a manos de una pareja de cazadores este verano y desde entonces lo han cuidado con mucho cariño.
La perdiz roja ha desarrollado una especial devoción por sus dueños gracias a sus cuidados. El ave está durante el día suelto en casa. No se separa de Encarni, la cazadora que la ha criado junto a su pareja. Va tras ella por toda la vivienda.
El reclamo de perdiz roja es un miembro más de la familia
José Miguel Sánchez y Encarni son una pareja algecireña. Ambos practican la caza mayor y menor, aunque la caza de reclamo con perdiz macho es la disciplina que realmente les apasiona. Este año llegó a sus manos un pollo de perdiz que por su nobleza ha cambiado sus vidas. Se trata de Motillita, un perdigón nacido esta temporada. Desde que un buen amigo se lo regaló, desarrolló una especial devoción por la pareja de cazadores.
Estos son los propietarios de Motillita.
La mujer forma parte de su territorio, de ahí su celo en estas fechas
No obstante, Encarni es la que se lleva las mayores atenciones de Motillita. Se ha convertido en el inseparable compañero de la reclamista mientras que esta permanece en su vivienda. Según José Miguel, el cazador entrevistado por Club de Caza, el macho de perdiz le responde a su mujer cantando cada vez que le habla.
El perdigón será llevado al puesto de reclamo este próximo celo. En el caso que no sea un pájaro apto para la caza, no será problema alguno, ya que Motillita permanecerá al lado de la familia hasta el fin de sus días.
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Una perdiz y un guarda de caza, una bonita amistad
Selecto es el nombre de esta perdiz de cuatro años. Llegó a manos de este guarda de caza y desde entonces la ha cuidado con mucho cariño. Esto se observa cuando vemos el vídeo que nos ha enviado. No te lo pierdas.
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Se tatúa la silueta de una perdiz roja en honor a uno de sus machos, fallecido hace escasas fechas
Al llegar a casa con los ojos llenos de lágrimas con el perdigón muerto entre sus manos, su mujer animó a este reclamista a cumplir uno de sus sueños, tatuarse. Y qué mejor imagen que la de su compañero de caza durante 15 años.
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Una perdiz que pelea con un teléfono móvil
La bravura de un perdigón le hace enfrentarse con un rival digital que se encuentra en el interior del móvil de su propietario. Un audio del canto de otra perdiz hace surgir los instintos de lucha a este precioso pájaro.
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