Atrae a un joven jabalí imitando los gruñidos de una jabalina
El rayón no se limitó únicamente a acudir a la llamada del montero catalán. Antes de perderse en la maleza, se bañó en una charca situada a pocos metros de la postura para camuflar su olor a los perros.
Este jabalí ha sido el inesperado protagonista de una cacería organizada por la Colla el Senglar de Ponent, en Huesca. El grupo de cazadores está compuesto por 64 monteros y 11 perreros. En las más de 20.000 hectáreas que gestiona la colla presidida por Jordi Escuer, abaten cada temporada una media de 700 reses.
El instinto de supervivencia de los jabalíes
Los cochinos, prácticamente desde que nacen, tienen muy desarrollada la capacidad de hacer frente a las agresiones externas. En el transcurso de una montería celebrada el sábado, un rayón se despista de la piara. José Miguel, miembro de la colla, al ver aparecer a la cría en una parcela de cereal que ha vuelto a despuntar tras ser recolectada, imita el sonido de una cochina. Al oír el reclamo bucal, el jabalí acude a la llamada del montero. Una vez se ha situado a pocos metros del catalán, sacia la sed en una baña.
Esta es una página sólo para móviles.
Su dispositivo no acepta los vídeos en este formato. Pruebe con esta página.
Antes de proseguir su camino, impregna su cuerpo de barro para intentar pasar desapercibido a las 7 rehalas de perros que participan en la jornada. El cazador que vivió esta inolvidable experiencia abatió un jabalí de 102 kilos y 18 centímetros de colmillo durante esa jornada de caza.
