Cazan un jabalí con unos colmillos monstruosos en la provincia de Huesca
El jabalí ha sido abatido en una finca abierta por uno de los integrantes de la Colla el Senglar de Ponent. El impresionante macho no solo destaca por la longitud de los colmillos, también lo hace por el espectacular grosor de las amoladeras y las navajas. El cochino está a la espera de ser homologado oficialmente.
La colla presidida por Jordi Escuer gestiona actualmente más de 20.000 hectáreas en la provincia de Huesca. Está compuesta por 64 monteros y 11 perreros. Abate una media de 700 piezas cada temporada entre jabalíes y corzos.
Además de por el trofeo, el jabalí destaca por su corpulencia.
El cazador abate el jabalí de su vida la víspera de su 49 cumpleaños
Fermín Egea y su hija Evelyn no han podido tener mejor regalo para celebrar esta efeméride que el abate de este enorme macho. Ayer domingo, el cazador y la niña recorrieron la distancia que les separa del coto Juseu, situado en la provincia de Huesca, con el morral lleno de ilusiones. A pesar de ello, en ningún momento se les pasaba por la cabeza abatir un animal como este. A Fermín y a Evelyn les tocó en suerte el puesto número 2 de la montería. En la mancha de monte de mosaico había situadas 24 posturas más. En la batida participaron 7 rehalas.
En esta imagen vemos el desgaste que ejercía la amoladera en el colmillo.
El cazador abatió al enorme jabalí cuando se dirigía al lugar en el que se encontraba él y su hija
El puesto que le tocó en suerte al cazador era muy cerrado, no podía ver a más de 15 metros de distancia. Esa era la extensión del camino particular de la finca que podía visualizar el montero desde la postura. Nada más soltar los perros, uno de ellos detecta al cochino en su lugar de encame justo en el límite de la mancha. Minutos más tarde, llegan más perros alertados por la ladra de su congénere.
Los colmillos son muy gruesos además de larguísimos.
A partir de ese momento, el macareno planta cara a los canes, pero la llegada de más miembros de la rehala le obliga a abandonar la cama. El macho recorre 300 metros para volver a detenerse con la intención de enfrentarse a los perros. Los gritos de los perreros, sumado a la bravura de los canes, obligan al cochino a huir de nuevo. Lo hace en dirección a los rehaleros para tratar de escapar de la mancha. Por suerte en su ruta de huida lo esperaba Fermín y su hija.
El cazador y su hija posan junto al animal abatido ayer en Huesca.
Según el montero, era impresionante el ruido que hacía el solitario al desplazarse por el monte. El cazador esperó para derribarlo que asomara a la pista en la que estaba situado. Solo necesitó de un disparo de su rifle Benelli Argo del calibre .30-06 para parar al macho de más de 100 kilos.
Plano detalle del colmillo derecho del gran jabalí. A la derecha, Fermín Egea y su hija Evelyn junto al enorme jabalí.
El cazador y su hija aún no se pueden creer el tamaño de las defensas del jabalí. Sin lugar a duda, una experiencia que ambos recordarán siempre.
La joven cazadora junto al jabalí, recién abatido por su padre. A la derecha, Ambos colmillos sobresalen muchísimo de la boca del jabalí.