Manuel, con siete años, dedica sus vacaciones estivales a ayudar a su familia en la esquila de ovejas
Manuel es hijo y nieto de rehaleros, ha heredado la pasión por la caza y el campo de su padre Manuel y de su abuelo Manuel, propietarios de la rehala onubense Hermanos Campi. Los cazadores se dedican a esquilar ovejas en verano. Este año se ha sumado a esta tarea el benjamín de la familia.
Manuel, padre del joven rehalero, no puede contener la emoción al ver reunidas a tres generaciones de los Domínguez realizando esta labor, "uno de mis sueños hecho realidad. Tres generaciones de esquiladores de ovejas de los Campi juntos, abuelo, nieto y yo. Gracias papá por enseñarnos esta bonita profesión tanto al pequeño manolito como a mí. Siempre estaremos junto a ti, no te dejaremos solo nunca. Te queremos".
El esquilado de las ovejas, vital para la salud de los animales
Se denomina esquila de oveja al proceso mediante el cual se corta el vellón de lana de una oveja. La persona que quita la lana de la oveja es llamado esquilador. A pesar de las críticas de grupos de animalistas radicales, esquilar el ganado es necesario para evitar infecciones, la ceguera provocada por lana, obstrucciones en las vías urinarias y la dificultad o imposibilidad de levantarse por el peso del vello.
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Manuel, es hijo y nieto de rehaleros
El onubense no solo se limita a acompañar a su padre de caza mientras que la orografía de la mancha y sus estudios se lo permitan. Manuel comenzó a ir de montería a la corta edad de dos años. También ayuda en el cuidado diario de la rehala. Este año por primera vez acompaña a su padre y a su abuelo en la esquila de las ovejas de las fincas que han solicitado los servicios de la familia en la provincia de Huelva.
Con niños como Manuel jamás se perderán nuestras tradiciones.
Javier Fernández