Se dará vía libre a la caza del lobo en España: mañana lo votará el Congreso de los Diputados
Tres años y medio han pasado desde septiembre de 2021. Tras varios anuncios a bombo y platillo por parte del sector más animalista del Gobierno de Pedro Sánchez, se volvió una realidad el día 20 de aquel mes, prohibiendo totalmente el control poblacional de la especie en territorio español.
Ahora, los analistas políticos vaticinan que mañana jueves, tras ser aprobada en el Senado, el Congreso de los Diputados votará mayoritariamente a favor de derogar la orden dictada por el Ministerio de Transición Ecológica que incluía en el LESPRE al lobo ibérico, prohibiendo a las administraciones autonómicas abatir ejemplares. Aquella decisión política incluía salvedades que abrían la puerta a la posibilidad de abatir los individuos de lobo ibérico que protagonizasen ataques de manera reiterada. Pero ese resquicio nunca se autorizó. El Ministerio de Transición Ecológica ha desestimado las peticiones de Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León.
Los votos a favor de PP, Vox, PNV y UPN
Los sondeos a los grupos políticos que se sientan en el Congreso de los Diputados indican que estos cuatro grupos, además de los siete escaños de Junts y alguna previsible abstención de la izquierda independentista harán posible la derogación de la ley. El camino lo ha avanzado unas enmiendas elaboradas por populares e independentistas en el Senado a la ley contra el desperdicio alimentario. Mañana es el día de la sesión que contará los votos. El Boletín Oficial del Estado lo publicaría la semana próxima, otorgando vigor a las enmiendas al día siguiente.
La frontera marcada por el río Duero
El número de ejemplares marca el límite donde, antes de 2021, podía controlarse la especie. Y está marcada por el río Duero, separando el centro y sur peninsular, donde la presencia de manadas, sobre todo en Segovia, Ávila, Salamanca, Comunidad de Madrid y Guadalajara resulta mucho menor que en el norte. Desde el cauce de este río y hasta las costas atlántica y cantábrica, se estima que los ejemplares superan los 2.800 ejemplares, repartidos en entre 300 y 400 manadas. Un control que, presumiblemente y a la espera de los informes técnicos, volverá a contemplar el abate de un centenar de ejemplares al año.