Dardos anestésicos, sonidos y olores contra los jabalíes que entran en la ciudad
El Ayuntamiento de Málaga está decidido a acabar con uno de los grandes problemas que sufren sus vecinos. Se trata de la plaga de jabalíes y cerdos híbridos que se adentran en sus calles a diario. Y las medidas son muy controvertidas.
Uno de los casos más llamativos de los últimos tiempos se produjo hace solo dos días, el pasado jueves. Un jabalí se dejó ver por el centro urbano y originó un fuerte despliegue policial para intentar capturarlo antes de que produjera un accidente o protagonizara un ataque a alguna persona.
En esta ocasión, era un ejemplar de tamaño medio que fue visto por un paseo peatonal en el barrio de La Goleta, en pleno centro. Tras el aviso vecinal, varias dotaciones de la Policía Local acudieron al lugar, comenzando el operativo acordonando los márgenes del río e intentando su captura junto a efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona). Finalmente, el animal fue conducido hacia el río y no se le vio más. Un incidente que acabó sin causar problemas, pero que ha llamado mucho la atención de medios de comunicación.
Por esto, el Ayuntamiento de la ciudad andaluza ha decidido poner en marcha un plan que reduzca este tipo de apariciones de animales silvestres en sus calles, cada vez más numerosas en la Costa del Sol. Hace solo unos días conocíamos el caso de una piara de cerdos hibridados con jabalí que había tomado las calles de Fuengirola. Parece que la declaración de «área de emergencia cinegética temporal por daños y riesgos sanitarios de jabalí y cerdos asilvestrados, en la Comunidad Autónoma de Andalucía» no ha revertido la situación. A través de la resolución de 31 de mayo de 2024, de la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad, se permite la captura en vivo y el uso de armas para el abate de jabalíes, cerdalís y cochinos asilvestrados en las modalidades de batida, batida de gestión, caza en mano, rececho y aguardos fuera del periodo hábil en las condiciones y periodos señalados».
Dardos anestésicos
Parece que los responsables del consistorio de la ciudad quieren evitar controversias como la experimentada el pasado jueves en Granollers, cuando agentes de la Policía Local y de los Mossos d’Esquadra fueron gravemente insultados tras disparar en varias ocasiones con sus armas reglamentarias contra un jabalí que deambulaba por la ciudad. Si aún no has visto las virales imágenes, pulsa en la siguiente fotografía y te las mostramos.
Olores, sonidos y dardos narcotizantes
Para evitar esta crítica social de los que anteponen su animalismo al riesgo que los suidos traen a las ciudades, Málaga aboga por la anestesia y medidas disuasorias como la plantación de especies herbáceas y abrevaderos fuera de las ciudades para aquerenciar allí a los jabalíes. A esto se le unen la generación de sonidos y olores que incomoden a los animales. Una especie de barrera invisible que intentará repeler a los cochinos en su camino al interior de las urbes.
Pero, cuando esto falle, como el propio consistorio reconoce, “En el supuesto de que este conjunto de medidas disuasorias resultara insuficiente, se volvería a optar por medidas de control poblacional mediante la aplicación de dardos narcotizantes. El Ayuntamiento ya dispone de autorización por parte de la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Junta de Andalucía para ello”. Tras dormirlos, los jabalíes serán sacrificados, como ya ha ocurrido en cuatro ocasiones acaecidas en 2024.