La caza de la codorniz del páramo con pointer inglés
Compartimos una apasionante jornada de media veda con una cuadrilla de experimentados cazadores vascos, cántabros, riojanos y castellanoleoneses en los campos sorianos. Entre los que se encuentra Paco Ribes, apasionado cazador de menor con pointer en España.
Bilma, Kenia, Stone, Nihat y Giaco, perros de la raza pointer inglés propiedad de Diego, Juan Andrés y los dos Pacos, protagonizan unas espectaculares muestras ante las esquivas codornices de la meseta.
Los misterios de la codorniz
La Península Ibérica alberga numerosos ecosistemas que dan vida a una variada geografía modelada por una climatología que arrienda sus campos a más de 500 especies diferentes de aves migratorias, que se mueven de norte a sur en busca del hábitat idóneo para reproducirse, crecer, alimentarse y comunicarse. Entre todas ellas, la codorniz.
Aún no damos crédito al saber cómo una avecilla de apenas 200 gramos y con vuelos rasantes de apenas 150 metros es capaz de emprender un viaje épico a través de los mares, para volver exactamente al punto de partida transcurridos 365 días. Dejando atrás montañas desérticas de piedra caliza, vegas murcianas y andaluzas, para proseguir a medida que avanza la primavera hacia los páramos de cereal, donde encuentra la frescura y el alimento para sobrevivir.
Es difícil de entender cómo interpretan las coordenadas que deja el sol, la luna, las brisas o los cambios climáticos para partir todas a la vez, sin dejar rastro de la noche a la mañana para sorpresa de humanos y sus compañeros de cuatro patas, hacia tierras desconocidas.
En un relato de Vicente Amat, en su magnífico libro "La Codorniz ", un niño pregunta a una codorniz que es capaz de hacer siendo tan pequeña, a lo que ella responde:
—"Yo surco los cielos, sobrevuelo los mares, remonto montañas, me dejo llevar por el viento, me instalo en los campos, canto, crío y vuelvo a viajar".