Un braco alemán muestra ante un conejo que no se preocupa por el perro y sigue comiendo hierba
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Un braco alemán muestra ante un conejo que no se preocupa por el perro y sigue comiendo hierba

Esta preciosa hembra de braco alemán está petrificada. Apenas mueve un músculo de su cuerpo ante la extrema cercanía de un conejo. Pero su presa no parece atemorizada. Al contrario, ha permitido la proximidad del perro de caza mientras come la hierba del jardín en el que han coincidido. La razón está en que ese conejo no es silvestre.


Un conejo doméstico desconcierta al perro de caza. A pesar de encontrarse a escasos centímetros del can, no escapa. Ni siquiera intenta ocultarse. Solo mastica la hierba que encuentra por todos lados. Mientras, el perro mostrador hace aquello para lo que ha sido seleccionado, en una posición que nos deja ver la intensidad del momento y la tensión a la que arrastra a todo su cuerpo, desde la punta de la nariz hasta el extremo de su corta cola.

Una escena solo apta para perros adultos y experimentados en la caza

La locura por grabar vídeos llamativos para su difusión en redes sociales buscando notoriedad lleva a muchos a exponer a sus mascotas a situaciones como esta. Si el perro no tuviese experiencia en la caza salvaje, podría hacerse una idea equivocada de lo que la actividad cinegética supone y exige en las jornadas de campo. Su instinto de muestra, que en esta ocasión vemos que se encuentra muy consolidado, en caso de tratarse de un perro joven podría verse comprometido ante la cercanía del conejo. Si no resistiera la tentación derivada de otro poderoso instinto muy arraigado en los perros de caza, el de persecución, atraparía fácilmente al lagomorfo doméstico. Algo así podría dar al traste con siglos de cría selectiva de bracos alemanes.

 

La preciada muestra del braco alemán

Si asistimos a la escena en la que un braco alemán busca caza y consigue detectar sus emanaciones, seremos testigos de lo que tan correctamente describe el estándar de trabajo de la raza en cuanto a la muestra de este perro alemán:

-“Cuando el perro tensa el cuello y baja la cabeza para ponerla horizontal, la cabeza, el cuello y el cuerpo parecen formar una sola línea. Este movimiento anuncia a menudo la inminencia de la muestra. La posición ideal de un braco alemán en muestra es la posición de pie y en tensión, la cabeza alta, las orejas atentas; el ojo y la pupila dilatados. Frecuentemente, todo su cuerpo está agitado por un ligero temblor, la cola está ligeramente alzada y respira lentamente. Si el conductor está lejos, detrás, el perro puede volver la cabeza hacia él, después la cabeza se vuelve hacia la caza, como para indicarle el emplazamiento exacto. En este instante, el perro debe estar inmóvil, y no avanzar hacia la caza más que por orden de su conductor.

El braco alemán

Domenico Covolo describe así la toma de emanación y la muestra.

"Si el perro percibe la caza a gran distancia, reduce su andadura poniéndose al trote, las orejas alzadas, el cuello tenso, con una ligera flexión de los miembros. Cuando le sorprende la presencia de caza, se paraliza por completo bajando el cuerpo sobre sus miembros en flexión; a veces muestra bruscamente, in situ, como si se hubiese disparado un resorte. Hay una gran belleza en sus muestras, incluso en las poses más desesperadas".

Pero debemos tener en cuenta que la perra protagonista de estas curiosas imágenes no muestra gracias a lo que descubre su sentido del olfato, sino que se trata de una muestra motivada por la visión del conejo.

¿Quieres ver bracos alemanes mostrando ante caza salvaje?

Ante conejo

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Ante una liebre encamada

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Ante dos perdices

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