Abaten un jabalí con unas amoladeras descomunales
El tamaño de las amoladeras destaca sobremanera respecto a los colmillos, que también son enormes con 30 centímetros del macho y sus 160 kilos de peso. No solo sobresalen por su grosor, también por su longitud, a punto de clavarse en la jeta del jabalí.
Las amoladeras son las muelas colaterales sobresalientes en la mandíbula superior del jabalí. Su misión es afilar los colmillos. Cada vez que el cochino abre y cierra la boca, el canino inferior roza con el superior. Cuando un cochino presenta una malformación o ha perdido una de las amoladeras, la navaja de esa parte de la mandíbula crece de una manera desproporcionada.
Especialistas en la caza de jabalíes gigantes
Los cazadores y los perros de la raza sabueso de Transilvania de la cuadrilla del griego Gianis Abatzidis están acostumbrados a enfrentarse con impresionantes machos como el que vemos en las imágenes. Este no es el único animal de un tamaño excepcional abatido por los cazadores en febrero. Tolis, un veterano cazador de 74 años, padre del capitán del grupo, cazó un jabalí con un tamaño colosal, de 200 kilos de peso.
El domingo pasado, el equipo formado por diez miembros eligió como cazadero una zona boscosa en la que habían visto las huellas y las marcas de los colmillos en los árboles de un gran jabalí. Al poco tiempo de soltar los perros, localizaron al macareno. Según nuestro colaborador habitual, "el viejo jabalí abandonó el lugar de encame sin mostrar oposición alguna a los sabuesos. El macho logró eludir a las posturas que rodeaban la mancha y escapó de la zona de caza".
Vista frontal del trofeo del jabalí. Las amoladeras destacan en la cabeza del jabalí.
Recorrió más de 5 kilómetros para volver de nuevo a su querencia
Sorprendentemente el cochino regresó sobre sus pasos tras tres horas de persecución de los perros. Uno de los componentes del grupo lo estaba esperando en una vereda. Lo derribó de dos disparos a 25 metros de distancia.
CdC
