Cobran un extraño jabalí sin necesidad de ningún arma en el municipio asturiano de Villaviciosa
Insólito

Cobran un extraño jabalí sin necesidad de ningún arma en el municipio asturiano de Villaviciosa

Un jabalí de no más de 60 kilos con unos colmillos dignos de un tamaño mucho mayor. Lo más curioso es que ningún cazador abatió este animal, aunque sí lo cobraron. ¿Te imaginas qué pudo haber pasado? Te lo contamos a continuación.


El pasado jueves 26 de octubre, tuvo lugar en el coto Carrión de Villaviciosa (Asturias) una cacería de lo más peculiar. Tal y como nos cuenta el guarda, Óscar Hevia fue una batida surrealista, no hubo ni un tiro.

Auguraban lo peor

Era una echada inmensa. Al poco tiempo de entrar al monte y soltar, los monteros comenzaron a sentir a los perros pegarse con jabalíes. Sin esperar un segundo y con la ayuda de los GPS acudieron al rescate de los canes. A juzgar por el ruido “pensábamos que estaban todos para llevar al veterinario” —contaba Óscar. Pero no fue así, se llevaron una gran sorpresa al ver que ningún perro había resultado herido.

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Óscar Hevia y el extraño jabalí.

Esto fue lo que pasó

Cuando los perreros llegaron al lugar donde se encontraban los canes, su sorpresa fue mayúscula. Por un lado, los perros estaban en perfectas condiciones y por otro, había un jabalí de unos 60 kg con unos colmillos descomunales abatido.

Uno de los monteros, al verlo, sólo pudo decir “lo nunca visto” y es que realmente se trataba de algo impresionante. El animal tenía uno de los colmillos tan desarrollados que se le había clavado debajo de un ojo. Esa fue la razón por la que los perros salieron ilesos del cara a cara y también la de su muerte.

Posiblemente, un infarto

Según cuenta Hevia, el animal no podía abrir la boca por la deformidad del colmilllo. Cuando los perros llegaron al encame, en lugar de salir corriendo, se encaró a ellos, pero no pudo atacarlos y en medio de la larga lucha murió. Al abrir el cuerpo del suido los cazadores vieron que tenía un color amoratado de haber estado peleando con los perros, como si hubiera sufrido un infarto.

 


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