Se casan y van de caza: lo que el jabalí ha unido…
Crónicas de caza

Se casan y van de caza: lo que el jabalí ha unido…

Paco y Noelia son una pareja de cazadores que tras 14 años de relación decidieron contraer matrimonio el 2 de junio. Entre las actividades que eligieron para su luna de miel estaba pasar unos días en Cuenca para tratar de abatir un corzo o un jabalí. Lograron su objetivo cazando un cochino con unos colmillos de 17,5 centímetros y 2,3 de grosor.


Francisco Fernández es un especialista en la caza de jabalíes a la espera y un reconocido autor de libros de caza. Ha escrito dos obras que hablan de sus experiencias en la cinegética. Las publicaciones tituladas El Olor de Sierra Morena y La Soledad del Monte han sido publicados por la Editorial canchales.es.

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Noelia conoció la caza gracias a Paco

Hace 14 años unieron sus caminos Francisco, nacido en Ciudad Real, y Noelia, natural de Badajoz. Ella no era cazadora hasta que conoció a su marido. Desde que acompañó de caza por primera vez a su pareja va con él al campo cada vez que le es posible. La pasión de ambos es tal que decidieron compartir el tiempo de su viaje de bodas en acudir a las Islas Canarias e ir de caza a Cuenca.

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Cazan un gran jabalí cuando trataban de abatir un corzo en una siembra

El lugar elegido para pasar unos días de su luna de miel fue la finca de unos amigos en Cuenca. El viernes a las 20 horas ya estaban ubicados en el apostadero. Una siembra próxima a una baña. Antes de ocultarse tras el tronco de un pino, observaron las marcas de los colmillos de un gran jabalí en los árboles. A las 20:30 horas visitaron la charca 16 cochinas. Media hora más tarde, otra piara compuesta por hembras y rayones acudieron al agua. Tras marcharse de la charca las jabalinas y las crías, los cazadores vieron una corza.

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Cuando Noelia abandonó su ocultación para ver si veía al macho, descubrió a un enorme jabalí cruzando un camino a menos de 80 metros de la postura. El cochino se refugió en un pinar cercano a una siembra de trigo. A las 22 horas, justo antes de anochecer, la cazadora avisó a Paco: el macho se encontraba en el cultivo. El cazador necesitó un único disparo de su rifle Santa Barbara del calibre .270 Winchester para derribar al cochino. El jabalí alcanzó un peso de 80 kilos. Un brillante colofón para una inolvidable luna de miel.

 


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