¿Has oído cantar alguna vez a la agachadiza? Sube el volúmen
Consigue grabar a una agachadiza común o becacina cantando, una escena difícil de ver y especialmente de filmar.
El vídeo lo ha publicado en Facebook la cuenta “Duckhuntingg”. Se trata de una escena curiosa por la naturaleza y costumbres de esta ave, muy similares a las de la becada. Morfológicamente, también se parecen mucho, aunque nuestra protagonista es notablemente más pequeña y durante su invernada frecuenta prados y humedales en lugar de zonas tan boscosas como la becada.
La agachadiza común
La agachadiza, conocida científicamente como Gallinago gallinago, es un ave migratoria que se encuentra en diversos hábitats de todo el mundo. Su nombre deriva de su característico comportamiento de agacharse y camuflarse entre la vegetación para pasar desapercibida.
Las agachadizas comunes son aves de tamaño mediano, con un promedio de 25 centímetros de longitud. Presentan un plumaje de tonos marrones y rayas en la parte superior, lo que les permite mimetizarse perfectamente con su entorno. Son aves limícolas que tienen un pico largo y recto que les facilita buscar alimento en suelos blandos y húmedos.
Si te gusta la becacina, este vídeo te va a encantar
Una de las características más impresionantes de estas aves es su capacidad de vuelo puesto que durante la migración, pueden recorrer largas distancias.
Su caza
Dar caza a la agachadiza, no es tarea fácil. Antes comparábamos su comportamiento con el de la becada precisamente porque ambas son aves muy escurridizas y que se camuflan con facilidad.
Por esta razón, es realmente importante contar con un perro de muestra cuyo instinto y entrenamiento le permita dar con ellas y ser hábil con la escopeta, pues una vez alza el vuelo, su rápido movimiento zigzagueante, dificulta el lance al cazador.
En España está incluida en la lista de especies cazables, al igual que en otros países europeos como Reino Unido, Francia, Italia o Países Bajos. En todos ellos la actividad cinegética, está supeditada a las regulaciones y legislaciones específicas que dictan, entre otros aspectos, las temporadas y el cupo de ejemplares permitidos.
En nuestro país, concretamente, los cupos son generalmente reducidos para garantizar la sostenibilidad de la especie.
CdC
