Cazar en tiempos de peste

La situación del Covid-19 está impidiendo la caza en muchos coto.
Los Tribunales Supremo y Constitucional avalan la caza en España.


Actualizado

Finalizó 2019 con la amenaza del COVID-19, que se manifestó como pandemia nacional a principios de 2020 y ha sido determinante en nuestra vida y afición en este año que ahora finaliza. No quiero comparar ni protagonizar la incertidumbre generada por el virus para el desarrollo de la caza, con la importancia de tantas desgracias humanas como nos rodean y que nos afligen a todos. Pero en este caso voy hacer un relato y balance del año 2020 el más atípico de mi vida, tras 61 años como cazador con escopeta y licencia.

El año 2019 había sido un año placentero y felicitario para mí, pues en el mes de junio habíamos presentado José A. Pérez Garrido y yo el proyecto «Estrategia para frenar el declive de la perdiz roja» en el pabellón Navarra ARENA para la Federación Navarra y poco después, tuve el honor de ser invitado por el director del IREC, Rafa Mateo, en aquel XX aniversario del Instituto para dar la conferencia inaugural del I Congreso Ibérico de Ciencia Aplicada a los Recursos Cinegéticos (CICARC) que había reunido del 1 al 3 de julio a más de 180 expertos y científicos en investigación cinegética de España y Portugal.

Cazar en tiempos de peste

Mario Sáenz de Buruaga, Victoria Díaz (Toya), José L. Garrido, Ana Belén Parra, Carmen Basarán, Jesús Ramírez Rafael Mateo, Agustín Palomino (Inauguración de CICARC. Lección inaugural)

Ese evento me colmó el orgullo de ser cazador que siempre tuve y más que nunca, en esas circunstancias ante tantos científicos a los que conté, rodeado de muchos amigos, los hitos de investigación y formación que habíamos impulsado los cazadores en los últimos cincuenta años. Además, en ese verano, un grupo de amigos: Patxi Andión, Carmen Basarán, Agustín Palomino, Santiago Ballesteros y otros, habíamos sido elegidos por el IREC como asesores del equipo organizador de la exposición: La caza, un desafío en evolución, a inaugurar el 18 de diciembre en el Museo Provincial de Ciudad Real, que dirige Ignacio de la Torre. En plena inauguración llegó la dolorosa noticia de la muerte por accidente, en la tarde anterior, de nuestro querido amigo Patxi Andión que truncó mi felicidad aquel 17 de diciembre cuando Patxi Andión tuvo el accidente mortal. Patxi ha sido una persona muy generosa en la amistad y el cariño y un sobresaliente para la historia de la caza y la cultura. He querido recordarle pues en este mes se cumple el primer aniversario de la muerte del polifacético Patxi que fue un cazador integral: «Soy cazador y como tal, igual me emociona una perdiz que se levanta en mis pies como un venado que nada en la jara o un cochino que bufa mientras se acerca».

Cazar en tiempos de peste

Cobro perdiz (J. Manzano)

Final de periodo hábil temporada 2019-20

Esta temporada anterior estaba finalizando en marzo de este año y para muchos cazadores se enmarcaba entre las buenas en caza mayor para todas las especies y en caza menor discreta, pues la liebre, que venía marcando un declive acusado en capturas a lo largo de este siglo (-49%) ha sufrido además la mixomatosis desde 2018 que le ha hecho casi desaparecer en algunos territorios españoles; otras especies sensibles de menor, como la codorniz se dio en el verano de 2019 muy bien alrededor de Burgos y en Palencia, pero no así la tórtola abocada a la veda más inmediata y el zorzal que requiere al menos que se le ponga cupo en todas las comunidades. La perdiz, siguió como solía desde hacía cinco años recuperando las capturas que habían caído en las temporadas de crisis económica anterior 2008-09 a 2014-15, cuando bajaron un millón y medio las cazadas (3.909.550 a 2.368.545) (1), pero no por respuesta ruin del campo silvestre, sino porque un alto porcentaje de las perdices cazadas en España, son perdices de granja y las sueltas se adaptan cada año a la demanda, que fue muy escasa en esos años críticos. Los cotos intensivos manejan un fondo de unos seis millones de perdices, que permite ir soltándolas para reponer el coto intensivo a medida que se van cazando.

Terminó el periodo hábil de esa temporada cinegética 2019-20 en marzo de este año, cuando ya se conocía sobradamente que el virus era algo desolador. Ese mes de marzo fue muy nefasto y provocó el día 14 aquel RD 463/2020 de Estado de Alarma que obligaba a un confinamiento nacional, que truncó la posibilidad de salir de casa excepto a lo imprescindible, y la caza no tenía ese rango. Las especies silvestres de caza mayor este año se han urbanizado ante la ausencia de la caza y en esos primeros meses que no hemos pisado el campo hemos visto en las ciudades corzos despistados, cabras monteses subidas a los tejados y camadas de rayones y jabatos dirigidos por la madre y otros adultos vaciando los contenedores y comiéndose la merienda en más de un parque delante de familias que les dan de comer, como a un perrillo, y luego la jabalina les vacía la bolsa con bastante más descaro y peligro del que se suponen esas personas que luego piden combatirlos con dardos tranquilizantes, como si así finalizara el peligro que suponen.

Cazar en tiempos de peste

Corzo abatido (J. Manzano)

Temporada de caza 2020-21

Comenzó esta temporada el 1 de abril con el RD del estado de alarma y confinamiento consecuente aplicado hasta mediados de mayo y esta situación afectó durante el primer mes y medio a la gestión de la caza para evitar daños y a los aprovechamientos de ciertas especies cinegéticas que tienen su periodo hábil en primavera.

En caza menor, durante ese periodo, no se ha controlado al conejo que es la especie cinegética que produce el 50% de los daños a la agricultura. La temporada de caza menor y media veda han venido como apuntamos en esta revista en el mes de octubre cuando titulamos «El periodo hábil de caza menor se presenta mejor que la media veda» y de entradilla decíamos que codorniz, tórtola y liebre no se recuperan, la perdiz y el conejo mejoran y la torcaz sigue imparable.

La temporada de mayor se presentaba como esperábamos: muy generosa. El jabalí en aquel mes y medio de alarma no tuvo ningún control y el MAPA conocedor de los daños a la agricultura, el peligro de accidentes y la propagación de enfermedades como la peste porcina africana, recomendó a mediados de abril, por carta a las Comunidades Autónomas (CCAA), que controlen jabalíes durante el estado de alarma para remitir sus poblaciones cada vez abundantes. En ese periodo tampoco se ha controlado al Corzo, la Cabra Montés y Rebeco (Sarrio o Isard), que son especies que se cazan en estos meses de primavera.

El jabalí es ahora la especie a rendir por la carga de peligro que conlleva su expansión. El corzo es una especie a controlar por los daños a cultivos, sobre todo a las viñas en primavera y porque provocan muchos accidentes; Soria, p.e. (la provincia más vaciada de España) cada día del año sufre casi tres accidente contra este cérvido (1.037 en 2018). Aunque las capturas de todas las especies de caza mayor, menos rebeco, han aumentado en cada temporada controlada 2000-01 a 2017-18 de este siglo, el corzo ha sido la especie que más ha progresado en capturas en estas dieciocho temporadas; según los datos expedidos por las CCAA, las capturas del corzo se han multiplicado en dieciocho temporadas por el 1.042 %, con un incremento anual del 58 %, Garrido JL. y otros (2019) (1); sus poblaciones si atendemos a las tasas medias de crecimiento poblacional, Ballesteros F. (1998) (2), han sido de 140 cada año, lo que nos hace suponer que cazamos por encima del índice de crecimiento de la especie y que las poblaciones están controladas en número de individuos. No así las sex/ratio, totalmente desajustado, pues da en algunos censos hasta 9 hembras por macho. Para esta especie y para el resto de las más significativas de la caza mayor, hemos dispuesto la Tabla 1 donde se recoge el incremento anual de las capturas según la serie oficial de las dieciocho temporadas; también la tasa anual de crecimiento de las poblaciones de esas especies, según la bibliografía y por último las estimaciones en número de capturas en las dos temporadas ya pasadas 2018-19 y 2019-20, (aún sin datos) así como lo que esperábamos cazar este año, si no hubiera existido impedimento, consecuencia de las limitaciones regionales y provinciales de cierres geográficos. Incluyo las cinco especies más abundantes y significativas.

Cazar en tiempos de peste

Corzo.- El corzo, a la vista de la tabla, tiene mayor índice de capturas que de crecimiento lo que permite deducir que esa población se controla suficiente con la caza. Pero los censos apuntan que la caza de corzas no se impulsa debidamente. En los dos meses primeros de caza de esta especie, abril y mayo, se abaten el 70% de la cosecha de corzos; la situación de la caza este año invita a pensar que no habremos llegado a cazar esta temporada ni el 50% de lo estimado, que estaba en unos 264.180 corzos. Ya veremos los datos reales dentro de un año, como mínimo.

Cabra montesa.- Con la cabra montesa el incremento de capturas supera al crecimiento de la especie. En los espacios donde se caza es posible que entre caza y predación se supere holgadamente la tasa de crecimiento.

Gamo.- El gamo ha tenido estos años una subida de capturas anuales idéntico al crecimiento poblacional, con lo que esta especie tampoco llega a desmandarse.

Jabalí.- Es sin duda la especie que más cazamos, los cierres de comunidades y provincias impiden este año el éxito de muchas monterías por la ausencia de los cazadores foráneos. Todo invita a pensar que en esta temporada saldrá aún más reforzada y generosa la especie, sus poblaciones y todos sus inconvenientes. No obstante, aunque la tasa de crecimiento se estima que pueden doblar las poblaciones cada año y que la caza continua está muy por debajo de ese incremento, esa multiplicación por dos del jabalí, ocurre en paridera y hay que considerar que el 50% de los rayones no llegan a los tres meses, y de los jabatos (6-12 meses) no llegan a adultos más de un 15%, tras superar la caza en su primer periodo hábil. El jabalí puede con todas las modalidades de caza concatenadas y a su control eficaz ayudaría mucho poder actuar los cazadores con más contundencia, usando en los casos de control periurbano rifles con silenciador o supresor de sonido, así como medio luminoso o visión nocturna para identificar a la pieza, utilizados con la sensatez que requiere esta caza especial de control en zonas entre urbanas y rurales. Para tener más éxito en el control al evitar el espante innecesario de toda la camada y provocar la alarma para los vecinos que habitan en esas coronas verdes de las ciudades y sus ríos, en las que existen actualmente notables poblaciones de jabalíes, que dado su oportunismo se acercan a muchas personas que no son conscientes de su peligro.

Ciervo.- El ciervo tiene una tasa de crecimiento superior al incremento extractivo por la caza, lo que nos hace presumir que las poblaciones son cada temporada más densas. En las fincas cerradas se controla esta especie habitualmente muy bien, dadas sus bondades comerciales para la explotación en celo y montería.

Lobo.- No he incluido el lobo, porque los dos últimos años, en esta comunidad mía de Castilla y León, donde se controlan el 90% de los lobos en España, se había prohibido su caza.

Rebeco (Sarrio-Isard).- Las capturas del rebeco cayeron en las diez primeras temporadas del siglo el (-49%) y en las ocho siguiente estamos ya en la 2017-18 con 1.794 cazados muy cerca de las capturas en la 2000-01, que fueron de 1.917 individuos.

Muflón.- Es una especie introducida en España en 1954. Sus capturas fueron en 2000-01 de 4.389 muflones y en 2017-18 ya se capturaban 14.931, pues han tenido un incremento multiplicador de 3´4, poco más que el jabalí.

Los tribunales Supremo y Constitucional avalan la caza en España

La denuncia vino de PACMA, Ecologistas en Acción, ASCEL, etc., que consideraban ilegal el Decreto de especies y luego la Ley de Caza, que rectificaba la anterior de Castilla y León, que había sido aprobada por las Cortes para posibilitar la caza en esta comunidad. La famosa Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia (TSJ de C y L) anuló la posibilidad de cazar, y denunció después a la nueva Ley rectificadora porque era anticonstitucional, según el recurso tramitado y también denunciado por el Defensor del Pueblo; todos estos, plebeyos y soberanos, se tiraron en melé contra la caza y los animalistas lo difundían por las redes sociales, habida cuenta de los compañeros ilustres que los protegían. Pues han salido todos trasquilados.

Han hecho un gran favor a la caza y se lo agradecemos. Todos: animalistas, Defensor de ellos y Magistrada presidenta de sala del TSJ, han apuntalado nuestra actividad pues han recibido un varapalo que denuncia su sectarismo y a la vez supone un reconocimiento para la caza con tres sentencias que crean jurisprudencia y que van a servir de modelo y base legítima para toda España. Una, nada menos que del Tribunal Supremo (26 de mayo), y dos del Tribunal Constitucional (TC); en la primera del 22 de octubre ese tribunal sentenció que la aprobación por las Cortes de Castilla y León de la rectificación de la Ley de Caza, 9/2019, no se vulneraba ningún principio legal como denunció también el Defensor del Pueblo. Y la segunda del TC, de 29 de octubre, donde reconoce que la actividad cinegética es la mejor herramienta para controlar la fauna y que es evidente la constitucionalidad de esa Ley de Caza de C y L que había sido denunciada por la Sala de lo Contencioso del (TSJ de C y L), siempre beligerante con la caza en esta comunidad y que ahora sale tan desprestigiado por el TC.

El Defensor del Pueblo no ha defendido al pueblo de Castilla y León –representado por nuestras Cortes que aprobaron nuestra Ley de caza rectificadora con todo el pleno a favor y la abstención de Podemos–, al asumir los postulados de aquellos animalistas radicales y actuar contra las leyes legitimas que emanan de la voluntad popular y aprobaron nuestras Cortes. Su generoso sueldo, Sr Defensor, le pagamos también los de esta tierra y cobran cada año entre usted, sus dos adjuntos y el secretario 471.100 € más trienios. La estructura de este defensor requiere cada año 14.875.000 €, que es mucho dinero y eso exige más ecuanimidad en sus resoluciones y un defensor más solvente. Pero gracias por la torpeza de usted y nuestra sala del TSJ al permitir que intervinieran el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo para dejar claro algo que usted debería haber amparado: la constitucionalidad de la Ley de Caza en mi tierra y la de la caza, una actividad milenaria e imprescindible para el equilibrio medioambiental.

Enhorabuena a nuestra Consejería de Fomento y Medio Ambiente y en sus nombre al señor Consejero. Muy especialmente a sus servicios jurídicos y a los servicios técnicos en caza, que han elaborado recursos irrefutables para ahora y el futuro. Felices fiestas Navideñas a todos ellos, a todos los cazadores y especialmente a nuestros lectores.

 

 

1).-Garrido JL., Gortazar C., Ferreres J. Las especies cinegéticas españolas en el siglo XXI.

Las tablas capturas se obtienen en la web del IREC.

2).— Ballesteros F. Las especies de caza en España. Biología, ecología y conservación. C. Téc. Oviedo. (1998)

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