El reptil es sorprendido por el cazador en uno de los carriles del acotado que gestiona en Granada. Estas imágenes muestran cómo el colectivo cinegético respeta a las especies protegidas, pese a que sean una potencial amenaza para los nidos de perdiz roja.
Antonio, responsable de la Granja Cinegética El Carbonero, ubicada en la Alpujarra granadina, defiende la importancia para el equilibrio ecológico de cada una de las especies que habitan en la Península Ibérica. El cazador habla que hace años había una importante población de lagartos ocelados y perdicesrojas en la mayoría de los acotados. Ahora escasean los primeros y los segundos. Por tanto, no cree que esta especie perjudique sobremanera a las poblaciones de patirrojas.
El lagarto ocelado
La reacción del animal ante la presencia del andaluz es permanecer inmóvil en la tierra para intentar pasar inadvertido. El cazador se limita a grabarlo con su dispositivo móvil. Ante la cercanía del hombre, el reptil abre la boca para intimidar al granadino. Tras mostrar a la especie protegida, continúa su ronda de vigilancia por el coto.
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El lagarto ocelado es una especie propia de Europa suroccidental y noroeste de África. En la península ibérica solo está ausente en el norte de Galicia, en la vertiente norte de la cornisa cantábrica, País Vasco y norte de Navarra. A la edad adulta puede alcanzar los 71 centímetros de longitud. Es de color verde, gris o marrón con un punteado negro. La parte inferior es de color amarillenta o verdosa. Destacan sobre su piel dos franjas de ocelos azules en el dorso. Se alimenta principalmente de insectos grandes, frutos, pequeños vertebrados, huevos de aves, pollos y carroña. La especie está incluida en el Catálogo Nacional de Especies Protegidas.
Para recibir asesoramiento cinegético por parte de Antonio García, responsable de la Granja de perdices El Carbonero, puedes llamar al número de teléfono 667786863.