Denunciado por buscar corzos con un monocular térmico: se enfrenta a una multa de hasta 10.000 euros
Un individuo que recechaba corzos fue descubierto por agentes medioambientales mientras hacía uso de un monocular térmico, algo prohibido por la normativa cinegética de Castilla y León.
Una vigilancia del ejercicio de la caza en un acotado del término municipal de Satiuste de Pedraza, en la provincia de Segovia, llevó a los agentes de medio ambiente de la Junta a observar a un varón que estaba intentando localizar corzos. Hasta aquí, ninguna infracción, pero los agentes se percataron de que estaba haciendo uso de un monocular térmico, algo expresamente prohibido por la Ley de Caza de Castilla y León.
Una infracción que no es la única detectada en los últimos días en la provincia con un dispositivo térmico implicado. Hace escasos días, en otro acotado, es aquella ocasión en el término municipal de El Cubillo, agentes del mismo cuerpo autonómico sorprendieron a un varón haciendo uso de un visor térmico mientras realizaba una espera nocturna al jabalí.
Estas infracciones tipificadas como graves se castigan con sanciones económicas de entre 2.000 y 10.000 euros, además de la posibilidad de la retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante uno y tres años.