Paloma, una podenca andaluza ‘quitaora’ de tres patas
La caza de liebres con galgos auxiliados por perros de la raza podenco es una modalidad poco conocida que se practica en la campiña andaluza. Esta podenca, pese a la traumática amputación de una de sus extremidades traseras, es infalible en esta disciplina de caza.
La podenca desapareció hace tres años durante una jornada de entrenamiento. Un vecino avisó al galguero después de varios días de búsqueda. Había encontrado a la perra con una de sus patas heridas. El cazador y su pareja no lo dudaron un instante, tenían que salvar la vida de Paloma a toda costa, costase lo que costase.
Los cuidados de la familia permitieron salvar la vida de la podenca
José Manuel Ortiz y Carmen, su esposa, no se separaron de la perra desde que les informaron del terrible hecho. Ambos son del municipio sevillano de Brenes. El cazador atribuye gran parte de su milagrosa recuperación a los cuidados que le dispensaba Carmen. Él estaba trabajando fuera de casa casi todo el día. En un primer momento intentaron salvar la extremidad de la podenca, pero fue imposible. El veterinario decidió finalmente que era inevitable la amputación del miembro para salvar la vida de Paloma. En la operación, el tratamiento y la rehabilitación posterior este humilde matrimonio gastó gran parte de sus ahorros. No quisieron oir a todos aquellos que decían que lo mejor era eutanasiar a la podenca.
Seis meses de rehabilitación para volver a la caza
La perra, después de la intervención, necesitó más de seis meses para recuperarse. Gracias a innumerables sesiones de rehabilitación para fortalecer las extremidades sanas ha podido volver a desarrollar su vida con total normalidad.
Paloma es la mejor perra quitaora de José Manuel. Su portentoso olfato le permite detectar a gran distancia el lugar de encame de las liebres.
Podencos ‘quitaores’
A los perros podencos andaluces o campaneros que acompañan al galguero se les denomina podencos quitaores. El podenco busca y levanta a la rabona de su encame mientras los galgos se encargan de darle caza. Un binomio perfecto.
El sobrenombre de quitaor se debe a que el podenco, una vez levantada la liebre de su cama, acompaña en la carrera a los galgos que han sido soltados de la traílla. Una vez capturado el lepórido por estos, el podenco quitaor cobra la pieza, imponiendo su carácter y su tesón para llevarla hasta las manos del galguero.
Paloma ha podido disfrutar de la caza únicamente dos jornadas esta temporada. La sociedad de cazadores de la que forma parte José Manuel ha limitado el número de días de caza y ha impuesto un cupo de una liebre por día. El primer día de caza no levantaron ninguna rabona mientras que en la segunda cacería, gracias al gran trabajo de la podenca de tres patas, los galgos lograron capturar una liebre.
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Plata, una podenca andaluza de tres patas que caza como la mejor
Dos años más tarde de la traumática amputación de una de sus extremidades traseras, esta podenca continúa con la pasión intacta por la caza. Año tras años sigue demostrando que es una infalible cazadora de conejos.
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