Se acusa de furtivismo a un cazador que tenía todos los permisos necesarios para abatir dos rebecos
Un grupo de senderistas levantó la voz de alarma e imputó al recechista unos hechos sin fundamento alguno por el simple acto de solicitarle la documentación los guardas de Medio Natural.

Los hechos que se le imputaron injustamente al cazador tuvieron lugar en Somiedo, concejo de la comunidad autónoma del Principado de Asturias, el sábado 11 de septiembre por la mañana.
Para los animalistas cualquier persona que abate un animal es considerado un furtivo
Dos agentes detuvieron el vehículo del cazador y encontraron dos rebecos en el interior del coche. Al comprobar que este tenía toda la documentación en regla y gozaba de los permisos oportunos no estimaron oportuno efectuar diligencia alguna.
El bulo del presunto episodio de furtivismo fue levantado por un grupo de senderistas que hacían una ruta por la vega de Camayor e interpretaron que un recechista estaba siendo sancionado cuando únicamente se estaban examinando los animales cazados.