Un pavo salvaje atraviesa el parabrisas de un tractor… y sigue con vida
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Un pavo salvaje atraviesa el parabrisas de un tractor… y sigue con vida

El animal quedó encajado en el parabrisas del asiento del copiloto en el que, afortunadamente, no iba nadie, lo que evitó consecuencias aún más dramáticas.


Los pavos salvajes ya son un problema en Estados Unidos: interrumpen y bloquean el tráfico en las áreas urbanas y periurbanas y provocan accidentes en las carreteras como el que podemos ver en el reel que en su página de Facebook nos muestra Bucks of America, especializado en podcasts sobre la vida al aire libre. En el vídeo, aunque no se ve la colisión en directo, sí podemos observar las consecuencias del choque de un enorme pavo salvaje con un tractor cuyo parabrisas queda completamente destrozado. La razón de que haya penetrado en el auto de forma tan brutal es que los pavos atacan su reflejo en el brillante exterior de un coche.

El problema de los pavos salvajes

En la actualidad se estima que hay más de siete millones de las cinco subespecies de pavos salvajes por los bosques y campos estadounidenses. Por su gran tamaño —los machos pueden pesar más de 12 kilos—, por su instinto de conservación y por su capacidad de adaptación como ave omnívora que es (come pequeños reptiles, insectos, bellotas, chufas, etc.), junto con una buena administración conservacionista y los distintos programas de reintroducción que se hicieron a partir de las décadas de los 60 y 70, hace que haya una gran superpoblación de estas aves en todos los estados norteamericanos. Esto conlleva muchos problemas: interrumpen el tráfico, picotean en las puertas de las casas e incluso llegan a atacar a las personas. Hay que recordar que, en 2019, una mujer embarazada de 35 años fue atacada por pavos en las calles de Cambridge (Massachusetts) por dos veces. A medida que aumentan los conflictos entre estas aves y las personas, especialmente durante la temporada de cría de primavera, los funcionarios de vida silvestre tienen que hacer frente a la realidad de que el pavo llegó a Estados Unidos para instalarse definitivamente cerca del ser humano.

 

Una codiciada especie cinegética

Esta enorme y astuta ave tan simbólica de Estados Unidos, logra que cada año se lancen al monte a cazar alguna de las subespecies, casi 2,5 millones de cazadores. Hay distintas modalidades para la caza de lo que ellos denominan “el barón de bronce”: al salto, en espera en dormideros, con cimbeles… y dos temporadas: primavera y otoño, aunque pocos lo intentan en otoño porque se congregan en grandes bandos y no responden ni a las llamadas de cazador ni le atraen los cimbeles.

El pavo salvaje es todo un desafío incluso para los venadores más experimentados porque es uno de los animales que más pondrán a prueba el sigilo y la paciencia del cazador.

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