Un lobo solitario no se atreve a atacar a dos ciervos adultos
El cánido salvaje acecha y sigue a escasa distancia a los ungulados para comprobar en qué estado físico se encuentran. Desiste de intentar su caza cuando se percata de que se trata de dos animales con las facultades plenas.
El ciervo ibérico es el mayor de los herbívoros silvestres de la Península Ibérica con un peso que puede alcanzar los 200 kilos y una altura hasta la parte alta del hombro de entre uno y un metro y medio, mientras que los lobos ibéricos adultos oscilan entre 30 y 50 kilos, en función de su sexo, y tienen una altura a la cruz de 70 centímetros. Respecto a la velocidad, los venados pueden correr a más de 60km/hora. Los lobos pueden alcanzar excepcionalmente los 50.
Cantabria, un paraíso para la fauna silvestre
El empresario y aficionado a la fotografía David de Los Bosques ha fundado una agencia de turismo con el objetivo de dar a conocer y poner en valor la fauna del norte de España. "Cantábrica Salvaje" posibilita a personas de todas las condiciones físicas y de diferentes rangos de edad la contemplación de especies emblemáticas como el oso pardo y el lobo ibérico.
En una jornada de observación de la fauna ha logrado grabar este documento en el que muestra la vida diaria de presas y depredadores. Un lobo solitario es captado junto a dos ciervos, uno de ellos coronado con una bonita cuerna. El cánido trata de aproximarse a los depredadores en dos ocasiones, pero sin decidirse a lanzarse en su caza. El naturalista desea destacar la convivencia entre ungulados salvajes y ganado doméstico con los lobos. Según David, sólo cazan algunos animales para alimentarse. Es frecuente ver lobas paridas en las cercanías de ciervos y potros sin que intenten capturarlos.
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CdC
