El perfecto olfato de dos beagles tras un conejo
Con una exactitud milimétrica, este perro de caza sigue el rastro del conejo que persiguen. El salto que efectúa el lagomorfo no le sirve para despistar la prodigiosa nariz del Beagle.
Con la habilidad de seguir a sus presas durante largas horas de la manera en la que vemos en las imágenes que compartimos hoy, el beagle se ha convertido, por méritos propios, en una de las razas más recurridas por los apasionados de la caza al rastro. Los cazadores especialistas en la raza destacan, casi todos, que las piezas que mejor persiguen son la liebre, el conejo y, lejos de estas, el zorro. Y las jornadas protagonizadas por estos perros se caracterizan por el disfrute de las evoluciones de estas jaurías o grupos más o menos numerosos. Nos se llena el zurrón, pero sí los recuerdos amenizados por una banda sonora de latidos melódicos con la nariz baja, a veces pegada al suelo.
El conejo intenta perder su rastro, pero no resulta
Los distintos tonos de voz varían cuando siguen rastros viejos de los que entonan sus gargantas al desencamar y pisar olores recientes. En estas imágenes tenemos el enorme privilegio de presenciar en primera fila los recursos que intenta poner en práctica el conejo. Pasa de seguir una línea recta allá por donde el campo le permite adquirir una velocidad más elevada a saltar para interrumpir el rastro que dejan sus pisadas. Varios brincos más le llevan a llegar a una hilera de matorrales donde se interna para refugiarse. Pero los perros no caen en la propuesta de engaño. No dudan ni medio segundo y siguen los pasos del conejo.
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Un perro muy utilizado para la caza de liebres y conejos
En España, esta raza está gestionada por el club oficial, el Club Español del Beagle, Beagle-Harrier y Harrier que organiza eventos de trabajo y belleza en los que se selecciona y premia a los mejores ejemplares en cada categoría. Las pruebas de trabajo suelen plantearse sobre liebre y conejo, mientras que otras entidades, como la RFEC y federaciones autonómicas, organiza competiciones de rastro en la que participan todo tipo de perros especialistas en seguir las pistas que liebres y conejos dejan tras de sí en el monte.
Estos cachorros de pocas semanas ya muestran su pasión innata por la caza del conejo
En el norte de la península, la caza del conejo y la liebre adquieren una dimensión muy diferente a la practicada en otras latitudes más sureñas. Los perros de rastro son seleccionados por cazadores y sociedades de caza para conseguir los mejores ejemplares para esas jornadas de monte, beagles y lagomorfos.
CdC
