Un zorro cazando una liebre: una escena de caza natural acaba en medio de una urbe
Un zorro se mete en un parque infantil en busca de su presa. Al localizarla, comienza la persecución, ¿adivinas de qué animal se trata?
Cada vez son más los animales salvajes que se dejan ver en pueblos y ciudades. Jabalíes, corzos, zorros… para algunos puede resultar curioso e incluso atractivo, pero quienes estamos en contacto con la naturaleza y la fauna sabemos que se trata de una realidad preocupante.
Caza natural en medio de la urbe
El vídeo que os traemos a continuación además de dos animales silvestres entre casas se muestra algo menos usual: una persecución, una escena de caza natural. Un zorro llega hasta un parque infantil donde se halla una liebre. Cuando esta última se levanta sobre sus patas traseras y comienza a dar pequeños brincos se delata. Al percatarse de que su depredador la acecha se queda inmóvil, como una estatua, pero ya es tarde: la carrera acaba de empezar.
Han perdido el miedo
Las especies salvajes, como su propio nombre indica, no tienen su hábitat entre edificios, calles y parques, sin embargo, cada vez es más frecuente encontrarlos en las mismas. Fruto del desconocimiento, hay personas que alimentan a los animales modificando sus conductas naturales y convirtiéndolos, prácticamente, en unos vecinos más.
El zorro, el señor de la noche
El vulpes vulpes aprovecha las noches para dar caza a sus piezas objetivo. Algunos mamíferos, como roedores y lepóridos, y aves de pequeño y mediano tamaño forman parte de la variada dieta de este predador. Su tamaño le dificulta atacar especies grandes como lo hace el lobo (v.g. ovejas, corzos…), por eso no es extraño verlo atacando a sus crías.
Los zorros tienen una capa reflectante en la parte posterior del ojo que se conoce como tapetum lucidum y que mejora notablemente la visión nocturna. Además, tienen un oído muy agudo y una naturaleza astuta y sigilosa que facilita enormemente la caza durante las horas de oscuridad.
Javier Fernández
