Disfruta de este lance a una becada en montes asturianos
Un cazador asturiano llega a la muestra de sus perros en medio de un tupido bosque y juega un lance certero sobre una ‘dama del bosque’.
La becada, sorda, arcea o chocha perdiz (Scolopax rusticola) es una de aves más emblemáticas de la caza menor y una de las especies preferidas por los amantes de la pluma. La naturaleza esquiva, la capacidad que tiene de mimetizarse con el entorno y su desarrollado sentido de la vista hace que su caza se convierta en todo un reto. Además, es una pieza realmente valorada a nivel culinario.
El protagonista
Alejandro Fuertes (@setterswoodcoks en Instagram) es un apasionado de la caza menor y más concretamente de la arcea, que colabora habitualmente con Club de Caza. Fuertes lleva toda la vida en el mundo de la cinegética y heredó de su padre el que hoy es su estilo de vida. Su progenitor ha sido su mayor referente desde que era un niño y para Alejandro seguirá siendo siempre su ejemplo a seguir tanto en la caza como en la propia vida.
Su equipo para la caza de becadas
Aunque en su casa hubo bretones y bracos, el joven siempre sintió devoción por los perros de raza setter, especialmente por el setter inglés. Empezó a cazar con Pekas, un ejemplar que pronto se convirtió en su mejor amiga. Compartieron muchas jornadas tras las perdices, las codornices y ¡cómo no! tras las arceas; vivieron momentos únicos y se hicieron inseparables. Por desgracia, el año pasado Pekas perdió la vida y se llevó con ella parte del cazador.
Ale con Pekas.
Tras la pérdida, Django y Rayo se convirtieron en su mayor apoyo y conformaron un gran equipo que pronto se completó con la llegada de Bianca, una cachorra de corta edad, pero grandísimo potencial.
Django, Rayo y Bianca.
El lance
Desde el punto de vista cinegético, la pasada temporada fue muy buena en términos de lances y vivencias para Fuertes. Los incontables kilómetros y horas de monte y el esmerado entrenamiento de sus perros quedaban patentes en cada salida.
Cualquier becadero sabe lo reconfortante que es ver a los perros inmóviles en cada muestra y a los cachorros “a patrón”. Si además el lance culmina con un disparo certero y el cobro de la pieza, poco más se puede pedir, como en el caso que os traemos a continuación.
Rayo, con la joven Bianca a su vera, localiza la becada en lo espeso del monte y aguanta inmóvil hasta la llegada de Alejandro. Cuando el cazador le da la señal, rompe la muestra y la arcea alza el vuelo con ese movimiento zigzagueante tan característico.
Al segundo tiro el ejemplar cae abatido y Django se encarga de cobrarlo.
Un lance difícil pero exitoso.
Muestra.
Momento del lance.
Cobro.
Arcea abatida.
Que sirva este artículo para rememorar a la gran perra de caza que fue Pekas. Incansable y obsesiva en la búsqueda y resolviendo con una inteligencia que pocos perros poseen.