¿Comienza ya el abandono de perros como efecto directo de las nuevas normas?
Ley de Bienestar Animal

¿Comienza ya el abandono de perros como efecto directo de las nuevas normas?

Tras la primera semana de aplicación de la nueva Ley de Bienestar, las protectoras de animales temen un aumento significativo de abandono de gatos y perros ante la dureza de las sanciones y la aplicación de algunas medidas que resultan inviables para muchos propietarios de mascotas.


Las desorbitadas sanciones ante hechos tan habituales e inocuos para los perros como dejarlos atados unos minutos, que permanezcan en el coche con ventilación suficiente por un corto período de tiempo, como hacemos el resto de seres “sintientes”, están consiguiendo que muchas personas se replanteen continuar con su mascota o adoptar una.

Las protectoras de animales hablan: hay y habrá más abandonos

Puestos en contacto con representantes de numerosas protectoras de animales de toda España, y aunque todos comentan que es un poco pronto para hacer valoraciones cuantitativas sobre el incremento del abandono de perros, sí prevén que esto pueda pasar dada la cantidad de llamadas que están recibiendo de propietarios cuyas circunstancias personales les impiden cumplir a rajatabla todas las disposiciones de la nueva ley.

En general, observan bastante agobio, así como muchas dudas ante sus circunstancias concretas. También reciben muchas consultas de gente con escasos recursos económicos que amagan con abandonar su mascota por no poder hacer frente al nuevo seguro obligatorio que entrará en vigor en breve, o a la esterilización o a la colocación del chip, entre otras cosas.

Asimismo, algunos de los responsables de las protectoras coinciden en que la normativa es muy ambigua, genera grandes dudas en los dueños de mascotas y que habría que clarificar muchos apartados y adaptarlos a casos más concretos.

A continuación, os contamos algunas de las situaciones que nos trasladan desde las distintas entidades protectoras y que pueden llevar al abandono de perros y/o gatos, según han manifestados los propios dueños.

El problema de los ancianos propietarios de mascotas

La gente de más edad, con problemas de movilidad cuya rutina es hacer una pequeña compra y de paso sacar al perro, ya que no pueden físicamente salir varias veces, se sienten ahora inermes, indefensos y no saben si podrán continuar con su mascota ante la normativa de no poder tener al perro atado delante de una tienda o farmacia.

El pasado jueves 5 de octubre se recibió una llamada, en una protectora de Lugo, de una pareja ancianos que ya habían sido apercibidos por la policía por tener a sus perros atados en su propia finca. Aunque la cadena es muy larga, es una infracción. Esta pareja no sabe cómo actuar porque, por su avanzada edad y tratarse de una parcela abierta, no pueden tenerlos sueltos.

Los problemas más recurrentes

La esterilización obligatoria de gatos y perros de dueños que no estén inscritos como criadores, el microchip de identificación y el seguro de los perros que hasta ahora venía cubierto por el seguro del hogar, todo ello supone un desembolso al que muchos hogares no pueden hacer frente. Si no tienen el microchip tampoco les podrán poner la vacuna antirrábica. Estas son algunas de las cuestiones a las que las entidades protectoras de animales se enfrentan cada día, con un goteo incesante de llamadas que comenzó en el verano y, a partir de octubre se incrementó notablemente. No importa de qué zona de España se hable, hay un denominador común: el miedo a las sanciones y la falta de claridad en las distintas normas.

Más abandono y menos adopciones

Como hemos dicho, en todas las asociaciones han sido muy cautos porque aún es muy pronto para extraer datos oficiales, pero en general subyace la teoría de que, a tenor de las llamadas que reciben a diario, muchos perros y gatos van a ser abandonados depositados en albergues y asociaciones que no podrán acogerlos a todos. El problema se acentúa porque, como en una regla de tres inversas, las adopciones están ralentizándose o descendiendo.

Si uno de los grandes objetivos de la Ley era evitar el abandono, es casi seguro que va a lograr el efecto contrario. Tal vez con unas normas menos restrictivas; más consensuadas con los profesionales implicados en la vida animal; con un poco más de confianza en los dueños que hasta ahora han cuidado perfectamente de sus mascotas sin tanta rigidez y unas cuantías económica más ajustadas a la gravedad de los hechos ya que se está equiparando cometer una infracción muy grave con dejar al perro unos minutos atado a la puerta de una tienda.

Con menos normas, pero más claras y sensatas, habrían conseguido la meta pretendidamente buscada.

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