El sacrificio cero y la consecuencia que desconocías de la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal
Ley bienestar animal

El sacrificio cero y la consecuencia que desconocías de la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal

El sacrificio cero es, a priori, un objetivo loable, pero tiene su parte negativa. Diferentes protectoras de animales de España reconocen que está perjudicando más que ayudando a algunos de sus perros y gatos. EL bienestar animal se convierte en tortura animal.


Norte y sur; Guipúzcoa y Jaén. Dos protectoras que se encuentran lejos geográficamente, pero muy cerca si hablamos de la situación en la que se encuentran desde la entrada en vigor de la conocida y controvertida Ley de Bienestar Animal.

Un descontento generalizado

Hablando con miembros de ambas entidades hemos podido comprobar que el descontento es común. “Los que han hecho la ley, no han debido tener perro”-comentaba La integrante de la protectora vasca. Por su parte y con mucha contundencia se ha pronunciado la asociación andaluza: “para hacer la ley se debería haber consultado a profesionales. Ni consultaron con veterinarios, ni con protectoras… no han contado con las partes afectadas. Han tomado las decisiones desde los despachos, y así no puede funcionar”.

Una consecuencia que el Gobierno no tuvo en cuenta

Ambas asociaciones, de las que no hemos querido dar el nombre por motivos de privacidad, han coincidido en algo que hasta el momento posiblemente nadie hubiera imaginado que sería una consecuencia de la normativa.

La prohibición de sacrificar bajo ningún concepto ningún animal tiene en pésimas condiciones a algunos ejemplares caninos. Tal y como trasladaba la protectora guipuzcoana hay perros que por su carácter y comportamiento agresivo no pueden ser dados en adopción ni tampoco compartir espacio con otros perros “principalmente razas conocidas como PPP, a los que la ley tampoco ha regularizado, y pastores malinois”.

El mantenimiento de algunos ejemplares impide la entrada de otros perros rescatados y genera un colapso insostenible que tiene ahogados a los miembros del centro.

Llegará el momento en que no se podrán acoger perros abandonados en las protectoras

“Hay perros que llevan muchos años en una jaula y están, por desgracia, condenados a quedarse en ella para siempre, y eso no es vida para ellos. Tampoco para todos los perros que llegan nuevos y que no tienen espacio en las instalaciones. Estamos haciendo milagros para no dejar a ninguno fuera, pero va a llegar un momento en que no podamos hacer nada.”-se lamentaba la componente de la protectora.

Un mensaje muy parecido, con el mismo desasosiego y preocupación, ha transmitido la miembro que nos ha atendido en la protectora de Jaén.

El sacrificio cero no es justo porque en ocasiones, por diferentes circunstancias “vale más una muerte indolora y digna que permita vivir a más perros, que mantener toda una vida a un animal enjaulado hasta el último de sus días. Eso no es ni vida ni bienestar animal.”

Duras pero realistas declaraciones de dos amantes de los animales que han antepuesto la razón al corazón y denuncian que a la nueva ley le falta claridad y sentido común.

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