Caza un corzo con un atípico trofeo el penúltimo día de la temporada
Se trata de un ejemplar con un trofeo único. De la roseta de su cuerna izquierda nacen cuatro puntas, una de ellas con una confirmación inusual.
José Fernández González es una especialista en la caza del corzo. En los últimos años ha abatido varios animales medalla de oro. Entre todos ellos, destaca el espectacular corzo con una 'pala' en una de sus cuernas que abatió en el año 2022. Una vez homologado por la Comisión de Homologación de Trofeos de Caza de Andalucía ha obtenido una puntuación de 184,03 puntos.
Detalle de la preciosa cuerna del corzo.
Siete puntas, cuatro de ellas nacen de la misma roseta
Sin duda, el corzo abatido el sábado por el colaborador habitual de Club de Caza es un ejemplar con un trofeo único. José lo localizó hace tan solo una semana en un coto de la comarca de Carballino. No había sido visto por el traillero anteriormente, pese a que visita prácticamente a diario el acotado. Desde el día en el que lo vio, ha intentado en repetidas ocasiones su abate.
En varias jornadas lo localizó acompañado de dos hembras, pero hasta la tarde del jueves no logro dispararle. En esa ocasión erró el disparo. Los días anteriores a la fecha de su abate el cazador llegó a verlo en el prado que frecuentaba, pero nada más percatarse de la presencia de este desaparecía entre la maleza sin dar oportunidad de abatirlo.
Vista superior del trofeo del corzo. En el centro, ambos protagonistas junto al impresionante corzo. A la drecha, una cuerna más larga y otra multipuntas convierten este trofeo en algo excepcional.
Caza de corzos a la luz de la luna
El penúltimo día hábil de caza del corzo en Galicia José decidió esperar al desconfiado macho en el prado. Tuvo que esperar hasta las 22:15 para poder ver su silueta iluminada por los primeros rayos de la luna. El cazador sabía que era su última oportunidad para hacerse con su trofeo esta temporada. Apretó el gatillo de su rifle monotiro de la marca Bergara.
Al romper la detonación el silencio del monte, el macho y las hembras se ocultaron en la vegetación. Como ya era totalmente de noche el cazador decidió posponer la búsqueda del macho a la mañana del domingo.
El corzo fue rastreado por un perro de sangre
Nada más amanecer, José volvió al lugar del lance acompañado por su amigo Rubén y su perra de la raza teckel de pelo duro de nombre Pepa. Al llegar al sitio en el que el gallego vio por última vez al corzo, no encontró rastro de sangre alguno. Gracias a la intervención de la perra, José pudo hallar, oculto entre la maleza, al macho armado con este impresionante trofeo.
Javier Fernández
