Caza un corzo con una cuerna extremadamente gruesa bajo una pertinaz lluvia
Un cazador gallego ha logrado la tarde del domingo abatir un corzo con un trofeo excepcional de la manera más inesperada. Lo ha abatido a las 16:00 horas cuando pastaba en un prado. El excepcional macho destaca tanto por la longitud como por el grueso de su cuerna.
Desde el pasado mes de enero, José Fernández seguía la pista a este excepcional macho que decidió indultar la pasada temporada. Había intentado abatirlo todos los fines de semana desde que se inició la temporada de la caza del corzo en Galicia. Y el pasado domingo a las 15:30 horas se dirigía al lugar en el que lo tiene localizado, una mancha de robles y prados, cuando lo sorprendió en un claro del bosque.
El animal había abandonado su lugar de ocultación en la espesura a esa hora intempestiva para la especie, dadas las altas temperaturas que marcan los termómetros en estas fechas, aprovechando que estaba lloviendo.
José Fernández junto al corzo de gruesas cuernas.
Un disparo a 180 metros de distancia
Nada más ver al corzo, trató de acercarse a él amparándose en la altura de la hierba. Logró situarse a 180 metros del animal. Dada la altura del herbazal, se vio obligado a disparar al macho sin apoyo alguno. La primera bala que salió del cañón de su arma no derribó al ungulado. Al romper el silencio del monte la detonación, el macho corrió hacia el lugar en el que estaba ubicado José.
Realizó un segundo intento de derribar al corzo, pero la bala no cumplió su objetivo. En la distancia, mientras el ejemplar se alejaba, pudo ver perfectamente cómo abría la boca mientras ralentizaba la marcha. Muestra inequívoca de que el primer proyectil había impactado en el cuerpo del pequeño ungulado.
La caza del corzo con perros de rastro
Ante la imposibilidad de encontrar al corzo por sí mismo el cazador decidió ir a su domicilio en busca de Pepa, una perra de la raza teckel de pelo duro especializada en el rastreo de piezas de caza mayor. La hembra cumplió la tarea que se le había encomendado y halló el cuerpo sin vida del macho a 150 metros del sitio en el que el cazador lo había visto por última vez.
Un corzo único con una ‘pala’ en una cuerna
La temporada pasada el traillero de la comarca de Carballino, situada en la provincia de Orense, logró hacerse con un corzo único de diez puntas. Tres de ellas formando una espectacular ‘pala’.
