Caza un corzo con un trofeo único y lo inmortaliza de esta espectacular manera
Galicia

Caza un corzo con un trofeo único y lo inmortaliza de esta espectacular manera

Un cazador gallego abatió en abril un impresionante corzo con una forma que recuerda a una 'pala' en una de sus cuernas. Una vez homologado por la Comisión de Homologación de Trofeos de Caza de Andalucía ha obtenido una puntuación de 184,03 puntos.


El animal cazado por nuestro colaborador habitual José Fernández González, un cazador y valiente traillero del norte de España, es una muestra de los formidables trofeos de corzo abatidos esta temporada en Galicia.

Así te lo contamos. Pulsa en la imagen para acceder al artículo:

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A la caza hay que honrarla durante su vida y tras su muerte

Un cazador gallego ha querido mostrar su respeto al impresionante corzo que abatió en la comarca de Carballino a mediados de abril, inmortalizando su trofeo de una forma única. Se trata de un ejemplar con una cuerna sinigual en su especie, de ahí que el corcero haya colocado el cráneo del ungulado sobre una peana de madera en el interior de una vitrina de cristal.

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La vista superior del trofeo nos lo muestra en todo su esplendor.

El trofeo del macho tiene diez puntas, tres de ellas en una espectacular ‘pala’, y un grosor fuera de lo normal. La cuerna derecha del ungulado contaba con seis candiles que nacían de una ancha roseta, tres de ellos formaban parte de una estructura ósea con forma de pala. Su asta izquierda cuenta con cuatro puntas. El ejemplar no solo destaca por el número de puntas y por la peculiar confirmación de su corona, también lo hace por su extraordinario grosor y su bonito y abundante perlado. No te pierdas el relato del lance en el que se abatió este trofeo de ensueño.

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Esta es la puntuación de este trofeo único de corzo.

El cazador sabía de la existencia de un viejo macho en la zona desde hacía tres años, pero "jamás podría haber imaginado que se tratara de un macho con una cuerna tan gruesa y singular. Cuando vi de cerca el trofeo que portaba el corzo no me lo podía creer".

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