El youtuber que deseó la muerte a cazadores y a sus familiares se retracta de sus palabras y dice entender el verdadero significado de la caza
Tras escuchar los argumentos de varios cazadores que, lejos de insultarlo como él hizo, le abrieron el camino del diálogo, Albert Gil Morera (Albert Myers) hizo un alegato a favor de estos en el mismo programa en el que hace un par de semanas los había denigrado e injuriado.
El conocido como Albert Myers en las redes sociales, a principios de julio hizo unas crueles manifestaciones contra los cazadores y acababa deseándoles la muerte en el podcast The Wild Project difundido en su canal de YouTube.
La fundación Artemisan ha subido hoy a su cuenta de Instagram el vídeo en el que el comunicador reconoce que no sabía nada de la caza más allá de la muerte del animal y que ha sido su diálogo con algunos cazadores y cazadoras el que le ha hecho comprender en qué consiste la verdadera actividad cinegética y cuál es el genuino espíritu que subyace en la pasión de todos los cazadores. Sin embargo, vuelve a reafirmarse en que le da asco la caza.
A través del diálogo
Reconoce que, tras sus demoledores insultos y deseos de muerte, mantuvo conversaciones con algunos cazadores que se acercaron a él con buen ánimo y con una actitud dialogante y contemporizadora, muy lejos de la actitud ofensiva y denigrante que había mostrado él con sus insultos.
Admite que, aunque sigue sin gustarle el hecho en sí de abatir animales, hay facetas de los sectores cinegéticos que desconocía, como el hecho de llevar comida y agua a las especies silvestres en esta época de sequía y calor extremo.
Asimismo, comentó que, a él y una gran parte del público, solo le llegan las noticias, videos o fotos impactantes, desagradables y casi todas fruto de la mala praxis de algún cazador (que también los hay) o absolutamente sacadas de contexto. Esa es la idea general que se asienta en quienes critican la caza sin saber nada, y lo que es peor, sin querer informarse.
Evitar prejuicios
Está en nuestra mano que muchas personas, tanto quienes no tienen un criterio demasiado claro sobre la caza como los que tienen ideas negativas ya preconcebidas, modifiquen esas percepciones o, como mínimo, aprendan a respetarla aunque no lleguen nunca a compartirla.
Quizá el problema sea que no difundimos lo suficiente los valores de la actividad cinegética, que no usamos todos los métodos y canales de comunicación de que disponemos y tampoco las formas correctas.
Algunas estrategias de difusión
En principio, es necesario que los niños o los más jóvenes conozcan los principios éticos de la caza así como su importancia para el equilibrio ecológico. Para ello se deben organizar eventos educativos basados en talleres y charlas y en el que pueda participar todo tipo de público.
Es también muy positivo aprovechar los medios de comunicación locales, regionales y nacionales para difundir información sobre la actividad cinegética y sus valores, incluso ser entrevistado en programas de radio o televisión para discutir los beneficios de la caza responsable.
Seguir aprovechando al máximo las redes sociales que son una herramienta poderosa para difundir mensajes y valores. Crea perfiles en plataformas como Instagram, Facebook o Twitter, y compartir contenido relevante y educativo sobre la actividad cinegética; publicar fotografías de cacerías responsables; compartir historias de éxito en conservación, y promover el respeto por la vida silvestre y el medio ambiente.
Hay que seguir participando en ferias y exposiciones relacionadas con la caza y la conservación de la fauna silvestre.
También ayuda el colaborar con organizaciones de conservación, trabajar en conjunto con organizaciones dedicadas a la conservación de la fauna y el medio ambiente. Al asociarte con estas organizaciones, puedes participar en proyectos de conservación, contribuir a la investigación científica y promover prácticas sostenibles de caza.
Todo lo que se haga, hay que difundirlo porque “lo que no se conoce, no existe”.
Lo importante del vídeo
No debemos cuestionar las razones últimas que han hecho que Albert Myers cambiar de opinión sino valorar la manera educada en que unos compañeros cazadores le hicieron ver la caza más allá del sensacionalismo y la falta de ética de algunos practicantes de la caza. También es importante que lo haya hecho público aunque hubiese estado mejor si hubiese pedido perdón a todo el colectivo que, a pesar de todo, no le pagó con la misma moneda.
Siempre hay que tener presente que la difusión de los valores de la actividad cinegética debe estar respaldada por un enfoque responsable y ético y que es imprescindible destacar el papel de la caza en la conservación de especies, el manejo sostenible de poblaciones y la preservación de hábitats naturales.
Bea Rosete
