Caza un jabalí con 21 centímetros de colmillo en una espera por control daños en Murcia
Crónicas de caza

Caza un jabalí con 21 centímetros de colmillo en una espera por control daños en Murcia

Un cazador murciano ha necesitado más de cinco meses para ganarle la partida a un jabalí de 110 kilos armado con unas formidables defensas. Te contamos cómo este veterano esperista abatió al macho en una noche de tormenta.


La superpoblación de jabalíes está ocasionando cuantiosos daños en los cultivos de cereal y de girasol en muchos puntos de la península ibérica. El colectivo de cazadores acude en ayuda de los agricultores, a pesar de encontrarnos en verano y bajo una intensa ola de calor, mostrando una vez más la esencialidad de la actividad y la empatía de los cazadores con los grupos afectados por los daños ocasionados por los cochinos.

Esperas por control de daños

José Antonio Yepes es uno de tantos comprometidos cazadores que dedican las noches de verano para combatir la plaga de jabalíes que asola los cultivos en la Región de Murcia. Desde que los agricultores depositaron las simientes en los campos ha acudido semanalmente a los sembrados para abatir los ejemplares que estaban dañando los cultivos.

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El macareno junto al rifle Sako S20 utilizado para su c za. A la derecha, José Antonio con el gran jabalí cazado en espera.

Las huellas de un impresionante macho y su escudero, detectadas por el cazador en los cultivos

José Antonio encontró las huellas de un gran jabalí junto a las de su escudero hace cinco meses en una parcela de la localidad de Cieza, municipio situado en la comarca de la Vega Alta del Segura, de la que es capital. A partir de esa fecha, en numerosas esperas logró ver al escudero, pero hasta el sábado pasado no pudo ver por primera vez al macho que lo acompañaba.

El jabalí había detectado su presencia en varios aguardos porque gruñía al cochino de menor porte para que abandonara el cultivo y se marchara junto a él.

A un cazador no le detiene nada cuando sueña con abatir un gran jabalí

El sábado por la noche pese a las inclemencias meteorológicas, una tormenta eléctrica iluminaba la noche, José Antonio volvió a intentar abatir al macareno que llevaba varios meses desafiándole. Una vez más el escudero visitó la siembra, pero en esta ocasión para sorpresa del cazador un enorme macho seguía sus pasos. Tras marcar el gran jabalí el territorio golpeando con su jeta a su acompañante de correrías se dispuso a alimentarse del grano.

El murciano, que estaba situado a 200 metros de distancia sobre un peñasco que le permitía visualizar la totalidad del cultivo, centró la silueta del enorme cochino en la cruz del visor de su rifle de cerrojo de la marca Sako S20 calibre .300 Winchester Magnum.

La detonación rompió el silencio de la noche. La bala impactó en el codillo del jabalí de 110 kilos de peso. Un gran disparo para culminar más de cinco de meses de aguardos.

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