Los dos animales se encuentran en la parte superior de varias alpacas de paja. Ese es un lugar habitual para los zorros, que los eligen como refugio, así como zona de cría. Pero el perro parece muy manso con un depredador que debería percibir como una amenaza para el lugar y los animales que debería guardar.
No solo eso, sino que el zorro se impone al gran can e incluso llega a lanzarle varios mordiscos, uno de ellos a la cola, incomodando al perro y llevándole a alejar la cabeza como señal de evitación de conflicto. Sorprendentemente, el gran moloso amastinado evita la pelea con el pequeño zorro. Al menos en un primero momento. Porque parece que su paciencia llega al límite y un simple ladrido e intento de mordisco lanzan al raposo al suelo.
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Zorros agresivos
Los zorros, animales muy prudentes y que guardan las distancias con respecto a posibles amenazas y depredadores, pueden tornarse muy agresivos si enferman afectados de rabia. Hemos asistido a numerosas escenas en las que estos pequeños cánidos han atacado incluso a las personas. A continuación, te recordamos algunos de los casos más sonados.