Hasta por la noche: estos cazadores no paran de salvar a corzos condenados a morir ahogados
La patrullas de vigilancia de los cazadores de la sociedad El Picazo que parecen ser a los únicos que les preocupa el bienestar y la vida de los animales que caen a diario en el canal de trasvase Tajo-Segura. En solo 24 horas han salvado a dos corzas y un jabalí que quedaron atrapados en sus aguas.
Los integrantes de la Sociedad de Cazadores de El Picazo, presidida por Miguel Huerta, que gestionan los terrenos del municipio conquense del que reciben su nombre, día tras día salvan la vida de los animales que caen en los 15 kilómetros de canal. No cuentan con protección alguna, por lo que se ven obligados a organizar patrullas de vigilancia y a acudir a los avisos de los vecinos que acuden a ellos conscientes de que son la única oportunidad de que los animales salven la vida.
Señalan a la Confederación
A pesar de llevar años intentando que la Confederación Hidrográfica del Tajo, adscrita a efectos administrativos al Ministerio para la Transición Ecológica, haga algo útil para detener tantas muertes, el pasado año perecieron en el canal demasiados ejemplares del pequeño cérvido. Y no se pone solución alguna ni se permite a los cazadores construir vías de escape para los ungulados y suidos.
Salvan un jabalí y dos corzas en el mismo día
En menos de 24 horas han quedado atrapados entre las rampas del canal de trasvase dos corzas y un jabalí. El suido salvó la vida gracias a un aviso vecinal al que acudieron los miembros de la sociedad, ya bien entrada la noche. El jabalí fue sacado del canal utilizando un lazo de acero para izarlo fuera de las rampas de hormigón.
Miguel se juega el tipo cuando se abalanza sobre el animal para sujetarlo, apoyando sobre él todo el peso de su cuerpo y así permitir a su padre liberarle del lazo. Por suerte, al devolver al cochino a su medio, este decidió huir y no embestir a los cazadores.
Los cazadores curan las heridas que sufren los animales al intentar salir de las rampas de hormigón.
Las corzas han sido rescatadas en la mañana del día 30 de abril, después de ser detectadas durante una de sus patrullas diarias por los 15 kilómetros de canal. Ambas han podido ser salvadas y posteriormente liberadas después de ser curadas de las heridas por abrasión sufridas en sus extremidades al intentar escapar de la trampa mortal. Junto a estos ejemplares, durante los cuatro primeros meses del año han logrado rescatar a 10 corzos más y seis jabalíes.
Muertes todos los días: aquí están las pruebas
«¿Todo esto quien es capaz de mantenerlo?», es lo que escribían estos cazadores al publicar las fotos de los cuerpos de corzos ahogados en el canal. «Más de una muerte diaria, si el canal fuese de algún pobre y desgraciado, ya lo habían metido preso. Menuda panda de sinvergüenzas que estáis hechos», sentencian los cazadores hacia los que ni solucionan el problema ni les permiten a ellos solucionarlo.
Cada día mueren animales en el canal sin que los responsables hagan nada.
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Los cazadores que ya están acostumbrados a salvar corzos o jabalíes atrapados en el canal del trasvase Tajo-Segura se lo toman a cachondeo: «Gracias a la confederación, con esta señal ya nos quedamos más tranquilos».
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El trasvase Tajo-Segura a su paso por El Picazo, Cuenca, se convirtió ayer en un escenario en el que varios cazadores demostraron quiénes se preocupan por los animales que están en peligro. Club de Caza habla con el protagonista del rescate.
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El animal vagaba por el canal de riego y fue salvado por el presidente de la sociedad de El Picazo, que no dudó en lanzarse al agua para salvarlo. Tras esto, se llevó a casa al animal, donde lo recuperará hasta que pueda valerse por sí mismo, al tener una pata fracturada.
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