De un total de 1.792 animales investigados, se llevó a cabo la determinación de residuos de rodenticidas anticoagulantes en 401, bien porque existían indicios de intoxicación por dichos compuestos o porque previamente habían sido descartados otros tóxicos como causa de la muerte. Según los datos del estudio, en un 38,7% de los ejemplares se detectaron residuos de este plaguicida en hígado, siendo la clorofacinona el producto más frecuente en los animales granívoros y herbívoros y la bromadiolona en los depredadores.
Con los resultados obtenidos, los investigadores alertan de la situación encontrada y que se asemeja a la ocasionada por el uso de insecticidas organoclorados, como el DDT, en la segunda mitad del siglo XX, y advierten de que la misma deberá ser tenida en cuenta de cara a una futura regulación de este tipo de plaguicidas.
Sánchez-Barbudo, I.S., Camarero, P.R., Mateo, R. (2012) Primary and secondary poisoning by anticoagulant rodenticides of non-target animals in Spain. Science of the Total Environment 420, 280–288.