Contra las plagas de topillo, aves rapaces
Agricultura

Contra las plagas de topillo, aves rapaces

La instalación de cajas nido en zonas agrícolas, una opción más sostenible que sustituye el uso de veneno en el control de plagas.


Como el jabalí o el conejo, el topillo es uno de los grandes enemigos del agricultor, pese a su pequeño tamaño. Tradicionalmente en las aldeas los gatos eran los encargados de cazar a los roedores que ponían en peligro las tierras. Ayudaban, pero no resolvían el problema. Con el paso del tiempo se fueron implementando nuevas técnicas y productos como, por ejemplo, el veneno.

Impacto negativo de los rodenticidas

El rodenticida —veneno empleado para matar roedores—, más conocido como raticida o matarratas, fue desde sus orígenes un método eficaz. El problema de estos productos es que no sólo mata a los intrusos de los cultivos, también tiene efecto sobre otras especies e incluso sobre nosotros, los humanos.

Los raticidas no son específicos para los ratones, puede terminar con la vida de otras muchas especies, ya sean aves reptiles o mamíferos, salvajes o domésticos. La contaminación del suelo y el agua es otro efecto negativo de la toxicidad de los venenos. Y no sólo del suelo. El uso inadecuado de estos puede afectar a la salud humana produciendo alguna irritación leve o, en el peor de los casos, un daño irreversible en órganos internos.

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Una alternativa sostenible para el campo y la biodiversidad

El uso de rodenticidas también impacta negativamente sobre especies depredadoras como pueden ser las aves rapaces. Estas últimas son precisamente la alternativa a los venenos que ha propuesto el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA). Todo comenzó allá por 2009 con la puesta en marcha de un control biológico del topillo con la instalación de cajas nido en Castilla y León.

Las cajas nido o nidales posibilitan recrear las condiciones de hábitat para la vida y la reproducción de especies beneficiosas para los cultivos, lo que incrementa la densidad de las poblaciones y por ende, la predación sobre la especie plaga.

De qué rapaces estamos hablando

El cernícalo, la lechuza y el mochuelo, son las principales especies que crían en las cajas nido. Su actividad, y la de otras aves rapaces, salvaguardan las tierras y reducen los devastadores efectos de los topillos en los cultivos.

En la actualidad

Dados los buenos resultados mantenidos en el tiempo, en las últimas semanas se han colocado otras cien cajas para reducir la superpoblación de topillo que padece Castilla y León.

Ahora que está de moda criticar la actividad cinegética y a quienes la practican, no está de más recordar que lo que hacen las rapaces, también es caza. Aunque cambie el cazador, la acción y la efectividad, es la misma.

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