Esta urraca sabe lo que es el dinero y no acepta engaños
Se apresura a coger una moneda. Vuela para llevarse el billete. Pero cuando intentan engañarla con un papel blanco, el ave hasta se enfada.
Una urraca domesticada demuestra su predilección por el dinero, ya sea en forma de monedas metálicas o de billetes de papel. En las imágenes que vamos a ver queda muy claro que un simple papel, recortado al tamaño de un billete y doblado como el que acaba de llevarse en su pico, no produce la misma atracción en el ave, que llega a desecharlo e incluso parece que realiza ademanes de enfado hacia su propietario por intentar engañarla.
¿Las urracas se sienten atraídas por el dinero?
Incluso un diccionario como el de la Real Academia Española se fija en su definición en esta peculiaridad de las urracas al incluir esta frase descriptiva: “suele llevarse al nido objetos pequeños, sobre todo si son brillantes”. Esto entra de lleno en el campo de la creencia popular, sostenida durante mucho tiempo en vivencias directas de quienes han constatado este comportamiento. Pero la ciencia ha querido comprobar la veracidad de todo esto, desmintiéndolo de manera empírica. Han sido los investigadores del Centro de Investigación del Comportamiento Animal (CRAB) la Universidad de Exeter, en Gran Bretaña los que demuestran que, lejos de sentirse atraídos por los objetos brillantes, las urracas se asustan en presencia de estos y los identifican como potencialmente peligrosos.
Lo comprobaron con objetos como tornillos de metal, anillos de papel de aluminio y pedazos de papel de aluminio, junto a los mismos utensilios, pero pintados de azul mate para que no brillasen. Los comportamientos hacia todos ellos fueron distintos. Al colocar nueces a 30 centímetros de cada grupo de objetos, se comprobó que las aves, en las más de sesenta pruebas acometidas, no se sentían atraídas hacia el brillo. Solo dos de ellas levantaron un objeto del primer grupo y, además, comieron menos cantidad de nueces con ellos cerca.
Por todo esto, los investigadores concluyeron que no habían encontrado evidencia de que las urracas muestren atracción incondicional a los objetos brillantes. Al contrario, constataron respuestas que indicaron neofobia, es decir, miedo a las cosas nuevas”.
Antonio López Espada
