Campos agrícolas infestados de jabalíes y corzos: así encuentra sus siembras este agricultor cada noche
El término ‘emergencia cinegética’ se acuña y aplica en la normativa para ampliar las formas y fechas en las que se puede controlar una especie animal cazable cuyas poblaciones se han disparado y suponen un problema para algún ámbito social. En el caso de especies como el jabalí, el corzo o el conejo, el ámbito principal está en la agricultura. Y traemos un ejemplo claro.
Vicenç Armengol, es un profesional que se gana la vida con su trabajo en las tierras del norte de Girona. Allí, jabalíes y corzos se han convertido en visitantes habituales de sus siembras. Cuando consultamos las cifras oficiales ofrecidas por la Administración catalana sobre los ejemplares de jabalí que se estima viven en territorio autonómico descubrimos que son entre 200.000 y 230.000.
Demasiados jabalíes por kilómetro cuadrado
Pero lo realmente llamativo es la manera de concentrarse en determinados territorios. Se ha constatado que hay áreas que soportan densidades invernales de 13 ejemplares de media por kilómetro cuadrado. Esto supone que hay zonas donde esos ejemplares son muchos más, por otras donde la cifra es menor. Ya lo hemos visto antes en sembrados en los que esos 13 jabalíes se quedan muy cortos y ejércitos incontables de cochinos se reúnen en una siembra.
A pesar de que las capturas realizadas en los últimos años no dejan de ascender en número, el problema no se controla ni se reduce. Los datos oficiales apuntan a un incremento de capturas de jabalíes en la demarcación de Girona de un 29% si comparamos las cifras registradas en verano de 2021 con respecto a las del año anterior. Esto queda reflejado en el siguiente cuadro confeccionado por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de Cataluña:
Algo que contrasta con lo que nos comenta el agricultor, que se queja de la escasa repercusión de la caza y los controles realizados por la Administración: “En este coto, este año pasado se han abatido pocos jabalíes. Se trata de una zona con cazadores de edad avanzada donde son pocos integrantes de la sociedad y una zona de 147 kilómetros cuadrados y una gestión de solo 2.000 hectáreas”.
Los agricultores cogen las armas para defender sus cultivos
En la declaración de emergencia cinegética se permiten formas de caza extraordinarias, además de las convencionales batidas y esperas nocturnas. Nos referimos a las esperas nocturnas dentro de un itinerario que incluya los campos en los que actuar, y los recorridos nocturnos a realizar por parte de los cazadores del área privada de caza afectada con la colaboración de los propietarios y/o arrendatarios de los terrenos afectados por los daños.
Así nos lo confirma Vicenç, que subraya lo siguiente “Nos han autorizado a ir por las noches control cinegético”. El agricultor ha conseguido un visor térmico y con él graba las escenas de terror que le quitan el sueño a cualquiera cuyo sustento dependa de la productividad de sus siembras ubicadas en Canet d'Adri. “Solemos sembrar cereales y oleaginosas, colza, y avenas”. Y esto llama a los estómagos de corzos y jabalíes.
Un jabalí entre el ganado
Pero el problema no solo lo sufren los agricultores. Los ganaderos no son capaces de mantener lejos a los suidos silvestres. El alimento que proporcionan a sus animales o el celo de las hembras de cerdo doméstico los atraen y se cuelan muy fácilmente en los vallados donde tienen al ganado. Y el mismo Vicenç nos envía un documento que lo prueba. En el siguiente vídeo verás al descarado jabalí buscar alimento como si fuera uno más de la manada de la granja catalana.