Una liebre amamanta a sus dos crías en la oscuridad de la noche
Fototrampeo

Una liebre amamanta a sus dos crías en la oscuridad de la noche

La tecnología aplicada a la visión térmica y nocturna nos permite asistir a escenas tan espectaculares como esta, en la que un animal tan esquivo como la liebre amamanta a dos crías de pocos días de edad.


El inicio del vídeo que traemos hoy parece uno más de observación nocturna de fauna cinegética. Una liebre se acicala en un prado durante las horas de menos luz, en las que esta especie desarrolla su máxima actividad. Pero pronto descubrimos que la escena oculta mucho más de lo que en principio parece.

 

Una liebre cuidando de sus crías

Si resulta complicado conseguir documentos gráficos en los que disfrutemos del día a día de la liebre, son mucho menos casuales los vídeos en los que esta especie se reproduce y saca adelante a su prole. Por ello nos maravilla tanto esta grabación, en la que una hembra se sitúa junto a dos lebratos para que mamen de sus tetas. Los ha llevado dentro durante un periodo de gestación de entre 40 y 42 días. Al nacer, los lebratos pesan unos 100 gramos, y ya lo hacen con el cuerpo cubierto de pelos y los ojos completamente abiertos. Suelen ser no más de 3 lebratos, aunque se han registrado camadas de más miembros, con cuatro, incluso cinco lebratos o la extraordinaria cifra de seis pequeñas crías.

Espectacular vídeo de una liebre pariendo

Así crían las liebres

En nuestro país, el periodo de celo suele comenzar a finales del mes de enero, pero esto varía dependiendo de la zona en la que se encuentre, el clima y lo duro que esté siendo el invierno. Cuando termina el parto, la madre permanece con los lebratos aproximadamente una semana. Apenas se separa de ellos, pero en esos últimos días suele realizar algo que otros mamíferos y potenciales presas de depredadores llevan a cabo con su prole: los separa para que sea más complicado que los localicen.

Entonces acudirá a amamantarlos por turnos durante otras tres semanas, cuando cumplen un mes de vida y los desteta. En estos turnos, los lebratos pueden moverse y acudir al lugar donde nacieron, en espera que llegue la madre. Generalmente, lo hará una hora después del anochecer para proceder a alimentarlos, como hemos visto en el vídeo. Tras unos minutos, volverá a irse y los lebratos se dispersarán hasta su lugar de ocultación.

 


No te lo pierdas

Comparte este artículo

Publicidad