‘Cógelo por la cola’, el divertido vídeo de unos pescadores intentando que una llampuga no escape
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‘Cógelo por la cola’, el divertido vídeo de unos pescadores intentando que una llampuga no escape

Una fuerte picada da comienzo a un lance de pesca inolvidable con una llampuga como protagonista.


La pesca de la llampuga, preciadísima especie también conocida como dorado, lleva a multitud de aficionados a las orillas y embarcaciones de los mares de medio mundo para intentar su siempre complicada captura. Se trata de un pescado que se distribuye por todos los océanos del mundo, sobre todo en latitudes tropicales y subtropicales.

En el mar Mediterráneo suele aparecer durante el verano, y se queda en sus costas hasta que empiezan a enfriar sus aguas. Al contemplarlo, estamos viendo un animal que bien podría haber salido de una época prehistórica. Sobre todo, debido a su viva coloración brillante y al bulto prominente que lucen los ejemplares macho adultos en sus cabezas.

@jr174773

que divertida es la pesca y mas cuando se quiere escapar el pez

♬ sonido original - @jr

 

Los pescadores no se rinden

Por todo esto, unido a su alto valor culinario, puesto que su carne aporta un característico sabor sin contener apenas grasas, lleva a los pescadores a no dar por perdida una captura. Es lo que vemos en las imágenes. Cuando el pez ya ha sido llevado hasta la orilla, un incorrecto manejo de la situación, con uno de los pescadores agarrando el sedal, lleva a la llampuga a soltarse del anzuelo. En ese momento comienza una escena que, si le añadimos música cómica, podría incluirse en una película humorística.

Una lucha cómica pero muy tensa

A los pescadores no les importa mojarse la ropa y todo el cuerpo con tal de intentar evitar que el dorado vuelva mar adentro. El oleaje juega a su favor, algo que está a punto de chafar las esperanzas de los aficionados a la pesca. Pero todo se resuelve de manera provechosa y uno de ellos, tras intentar agarrar con sus manos el escurridizo cuerpo del pescado, consigue inmovilizarlo empujándolo contra la arena. Así, poco a poco y esperando que las olas remitan, consigue asegurar una sabrosa y nutritiva cena.

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