¿Te llevarías un lobo a casa pensando que es un perro? No serías el primero en hacerlo

¿Te llevarías un lobo a casa pensando que es un perro? No serías el primero en hacerlo

Difunde una foto asegurando que ha recogido un perro perdido, pero en la imagen aparece un lobo. En el mensaje incluye que busca desesperadamente a su dueño a través de las redes sociales.


Se dice que el lobo es primo lejano del perro, pero, para algunos, es un hermano. Eso le sucedió a un usuario de Facebook, Mariusz Damasiewicz, quien publicó un post que se ha viralizado por lo sorprendente y que ha suscitado muchas reacciones, la mayoría de risa.

Se busca al dueño

El autor define al “perro” encontrado como amigable, y que no ladra, solo aúlla porque extraña a su dueño Lo podemos ver echado apaciblemente en el coche. En la publicación se aprecia la preocupación de quien lo halló por encontrar a su dueño ya que, curiosamente, el animal no tiene chip ni collar. Por eso ruega que se comparta la información. Parece que el hecho de aullar, de encontrarlo devorando un ciervo muerto, de no ladrar y de carecer de chip no fueron suficientes pistas para que nuestro protagonista se percatara de qué tipo de animal había recogido.

Canis lupus familiaris

Sabido es que tanto los perros como los lobos pertenecen a la misma especie zoológica, Canis lupus, aunque una clasificación más minuciosa nos deja muy claro que entre el perro doméstico y todos los lobos hay una amplia brecha, debida principalmente al proceso de domesticación.

Pese al parecido físico entre alguna raza de perro, como los nórdicos, y el lobo, a simple vista se aprecian las diferencias en cuanto al hocico más alargado del lobo, las orejas -siempre erguidas- y el pelaje más corto y con unos colores muy determinados.

 

No es la primera vez

A pesar de lo curioso de esta noticia, ya se han documentado varios casos de personas que llevaron la confusión de ambas especies a extremos increíbles como en el caso de Michel, un alemán instalado en Galicia quien durante tres años cuidó y crió a su “perrita” creyendo que se trataba de un can de la raza lobo checo para descubrir, tras ese largo período de convivencia que se trataba de una hembra de lobo ibérico. Otro caso que la gente recordará el caso de un joven de Arizona que adoptó a un cachorro de nombre “Neo” y, solo debido al extraño comportamiento del animal, que se intentaba escapar, no convivía con los humanos y no aceptaba premios, se dio cuenta de que su mascota no era un perro común sino un “wolfdog” o lobo híbrido. Esto son solo dos ejemplos que nos demuestran que no siempre la realidad es lo que parece.

 


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