Los lobos cántabros matan y devoran al perro de caza de una niña de 9 años
Ataques

Los lobos cántabros matan y devoran al perro de caza de una niña de 9 años

Los depredadores han hecho añicos el corazón de una niña cántabra y el de su familia al acabar con la vida de dos de sus perros en una jornada de caza de jabalíes en Polientes. Uno de los canes víctima de los lobos se llamaba Chini y había sido criado por la cría a biberón.


El Club de Caza Los Vallucos, con sede en el municipio cántabro de Polientes, capital del municipio de Valderredible, se viste de luto. Dos de los perros de la familia de Guti, uno de los seis monteros del grupo, perdieron la vida al ser atacados por una manada de lobos. La familia no encuentra consuelo. Ha recibido las condolencias de un gran número de cazadores en redes sociales al enterarse de lo sucedido.

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El cazador junto a una de las perras devoradas por los depredadores.

Los perros de caza no están incluidos en la ley bienestar animal

Y no es porque hayan quedado fuera la ley animalista, sino porque su muerte a manos de los lobos parece no importarles a aquellos que se llaman amantes de los animales. Por desgracia lo ocurrido a Guti y a su hija Laya no es un hecho aislado. Es el día a día de los cazadores en tierra de lobos.

Chini y Rusla han sido dos de las últimas víctimas de los depredadores. El montero de Santillana del Mar, municipio de la comunidad cántabra situado en su costa occidental, apodado "Guti", cuenta cómo vivió, según el cazador, uno de los peores días de su vida.

Las perras jugando en casa antes del fatídico día.

Los lobos estaban esperando a los perros de caza

"Echar un jabalí nada más soltar a los perros y en minutos verlos destrozados por los lobos. Tras desencamar tres de mis perros a un cochino, entre los que se encontraba Rusla, decido liberar a Chini de la traílla. Vuelvo sobre mis pasos para coger del coche el mando de los collares GPS. Me extraña que Rusla se encuentre inmóvil en un pinar.

No oigo las ladras de los perros a parado. Me monto en el vehículo para llegar hasta el punto que señala el localizador. Al detener la marcha oigo a Chini chillando de una manera desgarradora. Cojo el rifle antes de dirigirme al lugar de donde provienen los alaridos de la cachorra. Me encuentro a Rusla devorada por los lobos. Claramente puedo oír como otro de mis perros se está enfrentando con los lobos en la espesura. Disparo al aire en dos ocasiones. Por suerte, las detonaciones hacen huir a los depredadores.

Los dos perros que han logrado salvar la vida vuelven al coche conmigo y lo que queda de Rusla entre mis brazos. Con los nervios, pierdo las llaves del vehículo. Rompo con una piedra una de las lunas para poder acceder a la emisora y al teléfono móvil. Aviso a mis compañeros sobre lo sucedido. Estos acuden en mi auxilio para buscar a la cachorra. La encontramos destripada pero aún con viva.

Tratamos de llegar al veterinario, pero fallece en el camino. Se me cae el alma a los pies ante lo que hemos vivido mi familia y yo. Aún estamos tratando de recuperarnos. Descansad pequeñas mías. Para vosotras no hay bienestar animal ni animalismo que os proteja".

 


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