En defensa de la liebre: expertos recomiendan dejar de cazarla esta temporada por el alto porcentaje de hembras preñadas
Liebre

En defensa de la liebre: expertos recomiendan dejar de cazarla esta temporada por el alto porcentaje de hembras preñadas

Una vez más, el Centro de Investigación Apicola y Agroambiental de Marchamalo (Guadalajara), capitaneado por su director, José Alberto Viñuelas ha capitaneado la captura de liebres vivas para su control, desparasitación e inserto de micro chip a las nuevas generaciones.


El martes 12 de diciembre fue la fecha elegida para la jornada de trabajo. Acudió mucho público a la invitación, en su mayoría galgueros. Bajo un día soleado, se organizaron tres manos al cercón donde habitan las liebres para ir dirigiéndolas hacia la red, lugar donde esperaban personas expertas para desenredarlas con todo cuidado y manipularlas.

 

Así se capturan las liebres

Las carreras de las liebres eran continuas, algunas ya conocían el truco y evadían la red y se escondían en tubos de plástico puestos como refugio-trampa. No hubo liebres lesionadas ni incidente alguno con la gente pese al abundante y pegajoso barro del suelo.

 

Se dieron las manos, moviendo el terreno, llevando una bolsa de plástico blanco cada ojeador y una vara. Uno de los ojeadores fue el encargado de llevar un salabre para captura de las liebres encamadas.

 

Toda una estrategia con total éxito. En las redes había galgueros apostados para desenredarlas con sumo cuidado y en el menor tiempo posible, para evitar el estrés. Acto seguido, las metían en una bolsa de plástico grande y se depositaban en las cajas de cartón esperando la terminación de las manos para llevarlas al control.

 

Recomiendan no cazar la liebre

Una vez en el control, a las nuevas liebres se las insertaba una placa de identificación y, como al resto, se procedía a determinar si eran machos o hembras y, en este caso, si estaban preñadas (más del 60% lo estaban). A la vista de los resultados, Jose Alberto Viñuelas ha recomendado que se debería vedar la campaña venatoria, dado que este resultado es reflejo del campo en abierto.

 

Una vez se realizaba el control de las liebres, se iban soltando por el propio público con gran alegría e ilusión, Todo el trabajo participativo y bajo control.

 

Liberadas las liebres, trabajo terminado. No podía faltar el almuerzo campero con carnes y chorizo a la brasa y dulces del lugar que cerraron la jornada con las amenas tertulias grupales como si de un día de caza se tratara.

 

Acudieron personas de Aragón, Castilla-La Mancha y Madrid principalmente a colaborar y a ver cómo es el trabajo para trasladarlo a sus propias comunidades.

 

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