La caza peligrosa de gigantescos jabalíes gallegos con alanos españoles: 143 kilos y larguísimos colmillos
Ayer, en Orense, se produjeron duras batallas entre cazadores, perros y enormes jabalíes. Solo en el coto desde el que nos contactan abatieron dos ejemplares que pesaron 138 y 143 kilos. Este último se cazó a cuchillo, gracias al trabajo de agarre de los alanos españoles y al valor del cazador.
Hablamos con un integrante de la Cuadrilla Cartelle, en la zona occidental de la provincia de Orense. Desde allí nos informan de lo duro que ha sido el día, con valientes perros recuperándose de las batallas libradas en el interior de infranqueables zarzales de silva y pincho.
Uno de los alanos españoles es portado a hombros por su propietario para acudir al veterinario.
Los perros agarran al jabalí en el interior de un zarzal
Valientes, sin miedo, temerarios. Así son los alanos españoles y los podencos de estos cazadores. Uno de ellos nos relata el lance más peligroso y en el que algunos perros resultaron heridos por la bestia de largos colmillos: “Después de 30 minutos parado en un zarzal cerrado consiguieron entrar los alanos. Nuestro compañero, Bruno Mouriño logró entrar y mató al jabalí, ya sujeto por los perros.
Este vídeo demuestra la dificultad que entrañaba llegar hasta el lugar donde los alanos agarraron al cochino.
Los perros, como nos confirma el cazador gallego, son ejemplares de alano español de las líneas de cría de Alanos del Águila y Alanos Presaforte. En cuanto se abatió al jabalí, parte de los cazadores, entre ellos Marius, que cargó con uno de los perros, Rambo de Presaforte, en sus hombros hasta el coche, llevaron a los canes que lo precisaron a recibir atención veterinaria. Esto sucedió ayer, y esta mañana nos confirman que los perros están mucho mejor, demostrando la fortaleza de estas razas autóctonas especializadas en la caza del jabalí.
El cazador de la cuadrilla Cartelle nos informa que están a la espera de recibir chalecos protectores para sus perros. “Un dineral”, pero cuando lleguen aportarán un punto más de seguridad a los perros más valientes de la cuadrilla.
Atendiendo a la manera en la que tuvieron que sacar del zarzal al gigantesco jabalí, podemos hacernos una idea de lo que tuvo que bregar el cazador para llegar hasta el agarre y así asistir a sus perros en la violenta lucha que entablaron con el navajero. “Aquí el monte es muy duro y los jabalíes tienen mucha comida”, nos dice el compañero. Dos circunstancias que convierten la caza en algo peligroso y apasionante, solo apto para los más valientes.
El mayor de los jabalíes ha pesado 143,8 kilos. A la derecha, 143 kilos pesó este enorme berraco.
Los colmillos del gran jabalí. Grande y con largos colmillos, un jabalí temible.